Incienso
Boswellia carterii
El incienso es la resina aromática extraída de la planta Boswellia carterii, también conocida como Boswellia sacra. Esta planta pertenece a la familia burseraceae y es nativa de de Somalia, este de África, sur de Arabia y de la India.
En la medicina tradicional se utilizaba de forma oral por sus propiedades antinflamatorias, astringentes, desinfectantes, digestivas, diuréticas, expectorantes, carminativas y emenagogas. También se consideraba un excelente tónico general del organismo.
Descripción
Es un árbol de tamaño más bien pequeño, entre dos y ocho metros, con uno o varios troncos. Sus hojas son caducas, compuestas e impares y los foliolos son dentados, oblongos y con peciolos cortos. Sus flores, de tamaño muy pequeño, son de color blanco amarillento, con cortos pedúnculos. Tienen diez estambres que se agrupan en racimos axilares más pequeños que las hojas. La corola tiene cinco pétalos y su fruto es una drupa, de aproximadamente un centímetro de largo, con tres celdas y una semilla alada en cada una. En cuanto a su corteza, tiene la textura del papel y se extrae fácilmente.
La resina aromática conocida como incienso procede de su savia, blanca y lechosa, que se extrae, principalmente, de la corteza del árbol. Para recogerla se practican incisiones no muy profundas en el tronco y ramas del árbol, o bien retirando una parte de la corteza. Esta resina se coagula al contacto con el aire, adquiriendo una textura gomosa y se puede recoger con la mano.
Origen y etimología
La Boswellia carterii pertenece a la familia burseraceae y es nativa de de Somalia. Algunos botánicos consideran que las especies que crecen en Etiopía, Yemen y Omán, pertenecen a la reconocida como Boswellia sacra. También se cultiva en las regiones secas del nordeste de África y al sur de la península arábiga. Además, tolera bastante bien las condiciones extremas y suele encontrarse, con bastante frecuencia, en pendientes rocosas y barrancos de suelos calcáreos. Puede darse hasta en una altitud de 1.200 metros.
La palabra incienso procede del latín incensum, participio de incendere, “quemar” o “encender”, de hecho Plinio lo recomendaba en sus escritos como remedio para neutralizar el veneno de la cicuta. En Asiria y Babilonia, se utilizaba como ofrenda religiosa y de ahí se extendería por Grecia y Roma. Avicena lo usaba para tratar tumores, vómitos, fiebres y disentería. Mientras que Heródoto, en sus relatos, dejó representada la cantidad de incienso que se ofrecía a la diosa Bel en su templo en Babilonia, suma que ascendía a 1000 talentos de incienso cada año.
Propiedades
Aunque uno de sus usos más extendidos es el de ambientador, compuestos de perfumería u ofrenda religiosa. El incienso tiene una amplia variedad de usos y propiedades interesantes. Como uso tópico se considera un buen cicatrizante que ayuda a la regeneración de las células y un interesante antiséptico. Se ha utilizado a lo largo de la historia en casos de aftas, parodontopatías, heridas y ulceraciones dérmicas. La resina también se utiliza en uso tópico como apoyo en inflamaciones osteoarticulares, mialgias, contracturas musculares y forúnculos. Además, en emplastos se utiliza como estimulante.
En inhalaciones se ha utilizado para tratar la bronquitis o la faringitis, considerándose un inmunoestimulante, balsámico, mucolítico, expectorante y espasmolítico. Algunos consideran que puede ser un apoyo interesante en casos de gripe, resfriados, enfisema o asma.
Todo esto se debe a que contiene varios principios activos como la goma ácida (27-35%), una gran cantidad de resina (60-70%), también ácido boswélico (triterpeno) y el aceite esencial (3-10%) que además contiene abundantes terpenos como el limoneno, tuyeno, pineno, terpineno.
Aceite esencial de incienso
El aceite esencial de incienso se realiza a partir de la destilación al vapor de la gomorresina obtenida del tronco de la planta del incienso, que al contacto con el aire se solidifica. Es un aceite balsámico, aromático y de color amarillo claro o blanco verdoso.
Se recomienda no prescribir este aceite esencial por vía interna durante el embarazo y la lactancia. Tampoco a niños menores de seis años o a pacientes con gastritis, úlceras gastroduodenales, síndrome del intestino irritable, colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, hepatopatías, epilepsia, Parkinson u otras enfermedades neurológicas. No administrar, ni aplicar tópicamente a niños menores de seis años, ni a personas con alergias respiratorias o con hipersensibilidad conocida a este u otros aceites esenciales. Este aceite esencial es dermocáustico, neurotóxico y abortivo.
