El verano es sinónimo de disfrutar del sol y las actividades al aire libre. Sin embargo, esto también implica una mayor exposición a factores que pueden dañar nuestras células, como la radiación solar o el estrés oxidativo. En este post te contamos por qué son tan importantes los antioxidantes en verano.
La época estival viene acompañada de ciertos factores que aumentan la producción de radicales libres en nuestro organismo. Esto puede acabar causando estrés oxidativo, que es cuando hay un desequilibrio entre la producción de radicales libres y la capacidad del cuerpo para neutralizarlos con antioxidantes.
¿Por qué aumentan los radicales libres en verano?
Uno de los principales factores de este aumento es la exposición al sol, ya que, durante el verano, pasamos más tiempo al aire libre y estamos expuestos a una mayor radiación ultravioleta (UV). Cuando estos rayos penetran en las células de la piel, pueden dañar su estructura y generar un aumento de la producción de estas moléculas. Asimismo, en verano suele aumentar nuestra actividad física, ya sea caminando para hacer turismo o nadando al aire libre. Esto puede generar radicales libres como subproducto del metabolismo celular.
La importancia de los antioxidantes en verano
Es importante partir de la base de que el aumento de la producción de radicales libres en verano no tiene que ser necesariamente algo perjudicial, ya que nuestro cuerpo tiene sistemas antioxidantes naturales que funcionan para neutralizar estas moléculas y mantener un equilibrio.
Sin embargo, como hemos mencionado antes, hay ocasiones en los que estos factores se combinan y superan la capacidad de neutralización de antioxidantes. Es ahí cuando puede haber un desequilibrio y se producen los efectos dañinos asociados con el estrés oxidativo.
Para asegurarnos de no llegar a esta situación, es importante que en verano prestemos especial atención a obtener suficientes antioxidantes a través de nuestra alimentación o complementos alimenticios.
A continuación, te enumeramos los mejores componentes antioxidantes para cuidarte este verano:
Vitamina C
Esta vitamina es uno de los antioxidantes más poderosos y conocidos. Actúa sobre los radicales libres donándoles un electrón, neutralizándolos y, así, evitando que causen daño en las células.
Vitamina E
La vitamina E es un antioxidante liposoluble, lo que significa que se disuelve en grasas y aceites. Esta propiedad permite que se integre en las membranas celulares y proteja las estructuras lipídicas de las células del daño oxidativo. Asimismo, puede regenerar otros antioxidantes en el cuerpo: es capaz de reciclar la vitamina C oxidada y devolverla a su forma activa, por lo que la colaboración de estas dos vitaminas mejora la capacidad antioxidante de nuestro organismo en general.
Resveratrol
Es un compuesto antioxidante que se encuentra en la piel de las uvas rojas y en el vino tinto. Además de su poder antioxidante, también ayuda a la salud cardiovascular y ayuda a frenar el envejecimiento.
Betacarotenos
Es un pigmento vegetal que se convierte en vitamina A en el cuerpo. Son especialmente beneficiosos para la salud de la piel y de los ojos debido a su capacidad antioxidante. En la piel actúan como fotoprotectores naturales al absorber la radiación UV y reducir el estrés oxidativo inducido por el sol, lo que puede ayudar a prevenir el daño solar. Por otro lado, es un componente muy valioso para la salud ocular porque se concentran en la retina y ayudan a proteger los tejidos oculares del estrés oxidativo.
Quercetina
La quercetina es un flavonoide que se encuentra de forma natural en una variedad de alimentos vegetales, como cebollas, manzanas, uvas rojas, té verde y bayas. Ha sido ampliamente estudiado debido a sus propiedades beneficiosas sobre la salud, entre las que destaca su capacidad antioxidante y antiinflamatoria.
Catequinas
Las catequinas son un grupo de compuestos flavonoides que se encuentran principalmente en el té verde y el té negro. Gracias a sus propiedades antioxidantes, sirven de protección contra el envejecimiento, ya que el estrés oxidativo y el daño oxidativo en las células son factores clave en este proceso. Además, se ha observado que las catequinas tienen efectos positivos en la apariencia de la piel, contribuyendo a una apariencia más juvenil y reduciendo la aparición de arrugas y líneas finas.
Ácido Lipoico
El ácido lipoico estimula la formación de glutatión y es soluble tanto en agua como en grasa, por lo que puede proteger contra los daños de los radicales libres, tanto fuera como dentro de las células corporales, por lo que se le considera como el “antioxidante universal”. Además de tener sus propias acciones antioxidantes, es también capaz de regenerar la vitamina C y la vitamina E de sus formas oxidativas.
Como ya hemos visto, los antioxidantes en verano juegan un papel muy importante, ya que ayudan a nuestro organismo a hacer frente al exceso de radicales libres que puede causar esta época y que, así, disfrutemos de un verano lleno de salud y diversión.
