Acción:
Conjunto de sales, vitaminas y minerales, muy eficaces para contrarrestar el exceso de acidez en el organismo, produciendo a su vez la necesaria remineralización, debido a las pérdidas de minerales que se ocasionan en el organismo para compensar la acidez.
Explicación:
La sangre tiene alrededor de 7,4 de pH, algo alcalina.
El tipo de alimentación y los hábitos de vida, tanto en el trabajo como fuera de él, suelen ser las principales causas de un organismo ácido:
- Una alimentación incorrecta o predominantemente ácida (mucha carne).
- Consumo de alcohol.
- La nicotina y la cafeína.
- Escasa ingesta de líquidos.
- El estrés, sobrecargas físicas y mentales.
- Dietas desequilibradas.
- Algunos fármacos.
- Drogas.
- Diversos contaminantes medioambientales.
- Falta de actividad física (el exceso puede tener efecto contrario: acidificación).
- Transformación y neutralización insuficiente de los ácidos debido a una carencia de vitaminas y oligoelementos.
A la larga, la acidez termina ocasionando diversas enfermedades. Los efectos de las alteraciones internas del metabolismo no se manifiestan espectacularmente, sino que van ganando terreno poco a poco. Por eso lo único que podemos hacer para detectarlas es prestar atención a las señales de aviso que emite nuestro organismo. En el caso de la acidificación corporal, suelen ir apareciendo progresivamente una serie de molestias características.
La metabolización de las proteínas produce acidez, que el cuerpo normalmente puede contrarrestar con sus sales minerales, pero si la ingesta de proteínas es exagerada, puede darse lugar a una pérdida de minerales por haber sido necesarios usarlos provenientes de diversas partes del organismo, como los huesos o los dientes, para compensar la acidez. Los desechos producidos en la acidificación son eliminados por los riñones, intestino, piel o pulmones, pero también son procesados en el hígado. Y si el organismo ya no puede neutralizarlos ni eliminarlos, los deposita en forma de fibromas en el tejido conjuntivo de las diversas zonas más afectadas, que suelen ser las mencionadas como emuntorios. Muchos son los órganos afectados en su funcionamiento por ese exceso de deshechos que el cuerpo no puede eliminar.
Los citratos, el magnesio y el calcio, así como el potasio, son imprescindibles para compensar la acidez excesiva producida en el organismo por una alimentación inadecuada o un tipo de vida estresante.
Por supuesto que una dieta rica en verduras principalmente, con poca proteína, va a ser decisiva en la normalización de la acidez.
Coral
El polvo de coral aporta principalmente calcio en grandes cantidades, junto con magnesio. Pero además aporta muchos otros minerales (unos 70 en total) como hierro, manganeso, yodo, potasio, zinc, cobre, boro, selenio y minerales traza iónicos variados, y vitaminas C, E y D3. Tiene gran biodisponibilidad, debido a su presentación como producto orgánico, por lo cual son rápidamente absorbidos y además son ionizados muy eficazmente en un medio líquido como es el digestivo. Ayuda eficazmente al equilibrio electrolítico del organismo.
Vitaminas del grupo B
Se incluye todo el grupo B, porque interviene en muchos procesos relacionados con el sistema nervioso, estrés, etc. A su vez interviene en diversas reacciones enzimáticas donde el calcio y el magnesio están relacionados.
El aporte de todo el grupo B ayuda a la metabolización del calcio y el magnesio, así como a todo el metabolismo relacionado con el estrés, productor también de la acidez. Los innumerables minerales que contiene el coral de forma orgánica, tal como el zinc, el selenio o el manganeso, coadyuvan a la metabolización correcta de los mecanismos de equilibrio ácido-base, necesarios para volver a la normalidad.
Citrato de calcio
Los citratos son las mejores sales para alcalinizar el organismo. El calcio está implicado en la mineralización ósea, la excitabilidad neuromuscular, la coagulación sanguínea, y otros importantes procesos metabólicos relacionados con la recuperación de acidosis.
Bicarbonato de potasio
Los bicarbonatos alcalinizan el organismo, y a su vez el potasio con el sodio, forma parte del importante equilibrio iónico de la membrana celular.
Carbonato e hidróxido de magnesio
El magnesio tiene un papel fundamental en la formación de hueso. Forma parte del ciclo energético celular, participa en muchos procesos inmunológicos y está presente en la transmisión del influjo nervioso. Los carbonatos e hidróxidos son importantes basificantes del organismo.