Arándano rojo, Vaccinium macrocarpon
El nombre arándano rojo hace referencia al fruto de un grupo de arbustos enanos perennes del género Vaccinium, subgénero Oxycoccus. Sin embargo, algunos botánicos consideran Oxycoccus un género aparte. Crecen en turberas de carácter ácido en las zonas más frías del hemisferio norte.
En concreto el Vaccinium macrocarpon se da en el norte de Europa y en el norte de Asia y difiere de otras especies en que las hojas de su arbusto son más triangulares y los tallos de las flores no tienen vellosidades.
El arándano rojo ha formado parte de la dieta de los pueblos árticos durante milenios y sigue siendo un fruto muy popular en Escandinavia y Rusia. En Escocia las bayas eran recolectadas en arbustos silvestres, pero la pérdida de hábitats adecuados ha hecho que las plantas sean cada vez más escasas hasta llegar a desaparecer. En el este de Norteamérica, se utilizaban los frutos del Vaccinium macrocarpon como alimento de supervivencia.
Morfología
El arbusto del arándano rojo es bajo, con tallos finos de 10 centímetros o menos y pequeñas hojas perennes. Se trata de una especie monoica, cuyas flores son de color rosa oscuro, con distintivos pétalos “reflejados”, que dejan el estilo y los estambres completamente expuestos, apuntando hacia delante. El fruto es una baya de tamaño superior al de las hojas. Es inicialmente blanco, pero se vuelve rojo intenso al madurar. Es comestible, con un sabor ácido que puede enmascarar su dulzor.
Propiedades
El arándano rojo es muy rico en vitamina C y polifenoles antioxidantes. Gracias a su composición, tiene una alta acción bactericida tanto a nivel digestivo (desde la boca hasta el estómago), así como una alta protección contra las infecciones urinarias. Es un potente antioxidante, pues evita el envejecimiento prematuro de la piel, ayuda a combatir los radicales libres y por lo tanto, también influye positivamente en la salud cardiovascular.
El 50 % de las mujeres padecen alguna vez en su vida esta infección y el 25 % de ellas padecen cistitis recurrentes. Estas infecciones están normalmente causadas por la bacteria Escherichia coli, que se adhiere a las paredes del tracto urinario por medio de las llamadas fimbrias, prolongaciones parecidas a cilios que la ayudan a la fijación. Debido a la presencia de un principio activo, tipo tanino y conocido como protoantocianidinas tipo A, el arándano rojo es capaz de atacar a las fimbrias de la bacteria e impedir su fijación en las células uropiteliales de la pared del tracto urinario, siendo eliminadas sin que puedan actuar y producir la infección. Se ha demostrado que tras la toma del arándano rojo disminuyen los leucocitos y el número de bacterias en orina, lo que demuestra que ayuda contra la infección.