La Comisión E aprueba el uso de las semillas extraídas del fruto. En su composición química figuran, además de almidón y ácidos grasos (1-4%: ácidos caprílico, caproico, palmítico, esteárico, oleico y linoleico), compuestos monoterpénicos y sesquiterpénicos que integran su aceite esencial (2-8%), responsable del aroma. Se ha detectado también la presencia de abundantes compuestos polifenólicos (flavonoides y taninos), saponinas, fitosteroles (estigmasterol, gamma-sitosterol) y alcaloides.
También se emplea en el ámbito culinario.