Tomillo, Thymus vulgaris
El tomillo o Thymus vulgaris es un arbusto de la familia de las labiadas muy utilizado en gastronomía y medicina. Es una planta perenne de tipo subarbustiva, con un tamaño que rara vez supera los treinta centímetros de altura.
Se considera una “hierba mediterránea” y se denomina de esta forma a un grupo de plantas aromáticas que se usan tradicionalmente en la cocina mediterránea. Acompañan al tomillo en esta denominación otras plantas como el romero, el orégano, la mejorana o la albahaca, entre otras. El tomillo también se ha adaptado a otros ecosistemas en América, África y Asia.
Descripción
Los tallos del tomillo son leñosos en la base y herbáceos en la parte superior. Esta planta tiende a una alta ramificación, sus tallos se suelen agrupar en grandes matas y los tallos florales nunca producen raíces adventicias. Tienden al arrastre en su inicio y luego se yerguen en su parte final.
En cuanto a las hojas, son abundantes y de tamaño diminuto, entre cinco y ocho milímetros de longitud. Tienen una forma oblonga-ovalada, a veces lanceolada, con los bordes curvados. Son de color verde oscuro, dependiendo de la variedad, con matices lilas o grisáceos. Por el envés las hojas son blancas y “algodonosas” y cuentan con nervaduras laterales bien definidas y con un pecíolo extremadamente corto.
Las flores del tomillo son pequeñas, de color blanco o rosa violáceo, pediceladas, axilares y se agrupan en pequeñas espigas situadas en el extremo de las ramas. Forman una especie de “espiga” foliácea en la parte superior de las ramificaciones del tallo.
Florece entre abril y septiembre. A pesar de este periodo de floración tan dilatado, el momento idóneo para su recolección es en los primeros meses, de abril a mayo, ya que es el momento en el que la concentración de principios activos es mayor.
Origen y etimología
Propiedades
Se emplean, sobre todo, las hojas y las flores de esta planta, tanto en cocina como para remedios naturales, así como para elaborar el aceite esencial de tomillo. Sus componentes más destacados son los polifenoles, especialmente los flavonoides. También contiene ácidos fenoles: cafeico, rosmarínico; taninos y triterpenos (ácidos ursólico y oleanólico).
Tradicionalmente el tomillo se ha empleado como apoyo en la mejora de la bronquitis, el asma y otras alteraciones respiratorias.
La Agencia Europea del Medicamento aprueba su uso tradicional como expectorante en la tos asociada al resfriado, y la ESCOP acepta su utilización en casos de procesos catarrales de las vías respiratorias, bronquitis y tos irritativa.
Aceite esencial de tomillo
El aceite esencial de tomillo se obtiene destilando las sumidades floridas del tomillo o Thymus vulgaris. Es de color amarillo claro, muy odorífero y de sabor acre. Al dejarlo durante cierto tiempo en reposo produce cristales semejantes al alcanfor. Este aceite se usa principalmente en perfumería, cosmética y aromaterapia y su principal componente es el timol. En la antigüedad, los egipcios lo empleaban en el proceso de embalsamiento de los cuerpos, para purificarlos, así como incienso en los templos y viviendas.
Este aceite esencial posee una amplia gama de propiedades beneficiosas para la salud, como sus efectos estimulantes y revitalizantes que pueden ayudar a mejorar la concentración. Además, este aceite tiene propiedades antibacterianas que lo convierten en un aliado para fortalecer el sistema inmunológico y un apoyo para combatir infecciones respiratorias. También tiene propiedades antinflamatorias que pueden ayudar a aliviar el dolor y la inflamación en casos como la artritis.
En la aromaterapia se utiliza para reducir el estrés y la ansiedad, ayudando a conseguir un estado de relajación y bienestar. Sin embargo, es importante diluir adecuadamente el aceite esencial de tomillo antes de su uso, ya que es altamente concentrado y puede causar irritación en la piel si se aplica sin diluir.