Las mujeres, debido a su fisiología, tienen unas características nutricionales específicas que, además, van cambiando dependiendo de la etapa de la vida en la que se encuentren. Hoy podréis descubrir los 6 nutrientes esenciales para la salud de la mujer.
Por todos es sabido que la mujer tiene una fisonomía diferente a la del hombre. Por ejemplo, la composición corporal del hombre se caracteriza por tener más masa muscular, son metabólicamente más activos y necesitan mayor cantidad de energía. Las mujeres, en cambio, tienen más materia grasa.
A pesar de que la mayor parte de nutrientes los podemos adquirir teniendo una dieta sana y equilibrada, hay ocasiones en la que esto no es posible, por lo que podemos utilizar complementos alimenticios elaborados con materia prima de calidad que nos ayuden a equilibrar las deficiencias nutricionales.
Los 6 nutrientes esenciales
Calcio
El calcio es un macromineral que cumple una importante función estructural en nuestro organismo al ser parte integrante de huesos y dientes.
Las mujeres tienen un tamaño de densidad de hueso menor que los hombres. Además, mientras que los hombres pierden entre un 20-30 % de la masa ósea a lo largo de su vida, las mujeres pueden llegar a perder hasta el 50 %.
Cuando hay desequilibrio entre el calcio almacenado en el hueso y el que se mantiene, se produce osteoporosis, que reduce la densidad del hueso y que incrementa el riesgo de fracturas. Esta enfermedad es más frecuente en mujeres en edad avanzada que en los hombres, porque en esa etapa se ven reducidos considerablemente los niveles de estrógenos en sangre, lo que aumenta la pérdida de hueso.
Las mujeres deben mantener unos niveles adecuados de calcio en el organismo, especialmente entre los 25-35 años, ya que es cuando se alcanza la máxima densidad del hueso.
Hierro
El hierro es un mineral esencial para producir hemoglobina, una proteína de los glóbulos rojos encargada de transportar el oxígeno a todas las células del cuerpo.
Desde que tiene la primera menstruación, el hierro es un nutriente indispensable en la dieta de una mujer.
Asimismo, durante el embarazo y la lactancia aumenta mucho la necesidad de este mineral. Si el hierro no se aporta al organismo en cantidades adecuadas, podemos llegar a desarrollar anemia, algo que padecen un 30 % de las mujeres en todo el mundo, según la OMS.
Ácido fólico
El ácido fólico, también conocido como vitamina B9, es empleado por nuestro organismo para producir células nuevas. Además, contribuye al crecimiento de los tejidos maternos durante el embarazo.
Una cantidad baja de este nutriente es un factor de riesgo que puede provocar defectos del tubo neural en el feto en desarrollo.
Por este motivo, es importante que toda mujer en edad reproductiva tenga niveles adecuados de ácido fólico en el organismo para evitar este tipo de complicaciones. El efecto beneficioso se obtiene con una ingesta diaria de 400 µg de esta vitamina.
Zinc
El zinc es un elemento esencial ampliamente distribuido por todas las células y tejidos del organismo humano. Está relacionado con la actividad de numerosas enzimas en todas las áreas metabólicas, interviniendo en múltiples procesos fisiológicos.
Además, es indispensable para el crecimiento, desarrollo, salud y reproducción del cuerpo humano, lo que lo convierte en un nutriente muy importante en la niñez, adolescencia y etapa fértil de una mujer. Además, si el zinc es liposomado, ayuda a una mejor absorción.
Asimismo, la falta de zinc durante el embarazo puede ocasionar problemas en el desarrollo del feto, por lo que es fundamental mantener unos niveles adecuados de este oligoelemento.
Fitoestrógenos
Los fitoestrógenos son compuestos biológicamente activos producidos de forma natural en plantas como la soja o el lino, similares a los estrógenos humanos.
Debido a que estos compuestos ejercen efectos similares a los estrógenos en el organismo, pueden tener efectos beneficiosos para la salud de la mujer, especialmente en la etapa de la menopausia.
Asimismo, tienen propiedades antioxidantes.
Vitamina D
La vitamina D desempeña una función muy importante en nuestro organismo, puesto que ayuda a reforzar nuestro sistema inmune, a la absorción del calcio y al mantenimiento de los huesos. Es conocida como “la vitamina del sol”, ya que se produce en la piel al exponerse a la luz solar.
Debido a que las mujeres son más proclives a perder masa ósea y a padecer enfermedades relacionadas con ello, mantener unos niveles adecuados de vitamina D es fundamental para una buena salud.
No obstante, el déficit de vitamina D se ha convertido en un problema común entre la población, incluso en aquellos países como España, en los que disfrutamos de muchas horas de sol al año. Este problema se acentúa en las mujeres en etapa menopáusica, que ya suelen tener déficit de vitamina D de base y que, en muchas ocasiones, no toman el sol por miedo a los problemas cutáneos.
Una solución a este problema es aportar esta vitamina a nuestro organismo con suplementos alimenticios. Dentro de estos, debemos escoger aquellos elaborados con materia prima de alta calidad y que suplan nuestras necesidades de este importante nutriente.