En esta masterclass, la dietista-nutricionista Verónica Martínez profundiza en el fascinante mundo de la microbiota y en su relación directa con la Candida albicans, un hongo que, en condiciones de desequilibrio, puede generar diversos problemas de salud.
¿Sabías que la microbiota intestinal desempeña un papel fundamental en tu bienestar general?
Esta charla es una oportunidad para descubrir qué es la Candida albicans, el hongo asociado a la candidiasis, y su presencia habitual en diversas partes del cuerpo. Además, nos ayudará a identificar los factores que favorecen el crecimiento descontrolado de la Candida albicans, como el uso excesivo de antibióticos, el estrés o una dieta rica en azúcares. También se analizarán las condiciones que pueden hacer a la cándida más resistente, incluyendo la automedicación y los tratamientos incorrectos.
Además podrás comprender la importancia de un diagnóstico preciso, evaluando correctamente los síntomas para evitar confusiones con otras patologías y se explicarán las pruebas de laboratorio más eficaces. También se expondrán los errores más frecuentes en el diagnóstico de la candidiasis.
En cuanto al tratamiento, se revisarán los medicamentos más comunes para la Candida albicans, los beneficios de una dieta adaptada para restaurar el equilibrio intestinal y el uso de probióticos, antifúngicos naturales y vitaminas, como apoyo adicional. Finalmente, se ofrecerán estrategias para mantener los beneficios del tratamiento a largo plazo mediante cambios en el estilo de vida.
De dónde surge la Candida albicans
Todos llevamos dentro un mundo microscópico fascinante: la microbiota. Este conjunto de bacterias, hongos y virus convive en armonía con nosotros, contribuyendo a nuestra salud. Sin embargo, a veces este equilibrio se rompe y algunos de estos microorganismos, como la Cándida albicans, aprovechan para multiplicarse más de la cuenta. Esto quiere decir que la Candida albicans es un hongo que forma parte de nuestra microbiota normal. Lo podemos encontrar en la piel, la boca, el intestino y la zona genital. Generalmente, en pequeñas cantidades no causa ningún problema, pero cuando prolifera en exceso puede dar lugar a una infección llamada candidiasis.
¿Qué causa el crecimiento excesivo de Cándida?
Existen diversos factores que pueden desequilibrar nuestra microbiota y favorecer el crecimiento excesivo de la Cándida albicans, entre ellos:
- Sistema inmunitario debilitado: enfermedades como el VIH, tratamientos como la quimioterapia o el uso prolongado de corticoides.
- Diabetes: los niveles altos de azúcar en sangre favorecen el crecimiento de la Cándida.
- Antibióticos: aunque necesarios en ocasiones, los antibióticos pueden alterar el equilibrio de la microbiota, eliminando bacterias beneficiosas que controlan el crecimiento de la Cándida.
- Dieta rica en azúcares y alimentos procesados: estos alimentos alimentan a la Cándida y promueven su crecimiento.
- Estrés: el estrés crónico debilita el sistema inmunitario.
- Cambios hormonales: como los que ocurren durante el embarazo o la menopausia.
- Higiene íntima inadecuada: el uso de jabones agresivos o duchas vaginales frecuentes puede alterar el pH vaginal y favorecer el crecimiento de la Cándida.
¿Cuándo la cándida se hace resistente?
El uso inadecuado o excesivo de antifúngicos puede provocar que la Cándida desarrolle resistencia a estos medicamentos, dificultando el tratamiento de las infecciones.
Síntomas de la candidiasis
La candidiasis puede manifestarse de diferentes maneras, dependiendo de la zona afectada.
Síntomas digestivos:
- Hinchazón abdominal.
- Gases.
- Diarrea o estreñimiento.
- Indigestión.
- Aftas bucales.
Síntomas extradigestivos:
- Fatiga crónica.
- Dolores de cabeza.
- Dificultad para concentrarse.
- Irritabilidad.
- Infecciones vaginales recurrentes con picor, flujo blanco y espeso, y molestias al orinar.
- Infecciones en la piel, como erupciones cutáneas o pie de atleta.
¿Cómo se diagnostica la candidiasis?
Un diagnóstico preciso de la candidiasis es fundamental para un tratamiento eficaz, por eso los profesionales de la salud suelen realizar una historia clínica detallada consistente en determinadas pruebas de laboratorio como los cultivo de heces, que permite identificar la presencia de Candida albicans en el intestino, el cultivo de muestras vaginales u orales, en caso de infecciones en estas zonas o análisis de sangre, con el que se puede ayudar a descartar otras enfermedades.
Es importante tener en cuenta que el tratamiento de la candidiasis debe ser integral y personalizado y los tratamientos farmacológicos más comunes para tratarlo son los antifúngicos y los probióticos, que ayudan a restaurar el equilibrio de la microbiota. Es fundamental completar el tratamiento prescrito por el profesional de la salud, incluso si los síntomas desaparecen antes. Por otra parte, suele complementarse este tratamiento con una dieta baja en azúcares y alimentos procesados, mayor consumo de verduras, frutas y proteínas e incorporar alimentos ricos en probióticos como yogur natural o kéfir.
Prevención de la candidiasis
Seguir una dieta equilibrada, controlar el estrés, fortalecer el sistema inmunitario y mantener una higiene adecuada son prácticas recomendables tanto para prevenir la candidiasis como para evitar recaídas en caso de haber superado ya una infección.
Si sospechas que puedes tener una candidiasis, es importante que consultes con un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.
Si quieres tener una visión más extensa sobre este tema, no dudes en acceder al contenido audiovisual que te dejamos a continuación.
