El sistema inmune es la barrera de defensa que tiene nuestro organismo para protegernos frente a virus y bacterias, por lo que es muy importante tenerlo a pleno rendimiento, especialmente en la situación actual. Nutrientes como las vitaminas pueden ayudar a que nuestro sistema inmune esté siempre a pleno rendimiento.
El sistema inmune trabaja constantemente para proteger al cuerpo de infecciones, lesiones y enfermedades. Para que pueda funcionar correctamente y mantener su actividad cuando sea necesario, éste necesita un suministro adecuado de nutrientes. Está comprobado que la desnutrición o el déficit en uno o más micronutrientes, especialmente las vitaminas esenciales, disminuyen la función del sistema inmune. En la mayor parte de los casos, cuando se corrigen estas deficiencias de nutrientes, se restauran las funciones inmunes afectadas.
¿Cómo ayudan las vitaminas al sistema inmune?
Las vitaminas son compuestos orgánicos necesarios para la vida, las cuales ejercen importantes funciones biológicas en nuestro organismo para asegurar el correcto metabolismo y desarrollo humano. La mayor parte de las vitaminas no pueden ser sintetizadas por el organismo, por lo que sólo se pueden obtener a través de la ingesta equilibrada de alimentos o complementos que las contengan.
Hay un total de 13 vitaminas que se clasifican en dos grupos: hidrosolubles, si son solubles en agua, y liposolubles, si lo son en lípidos.
La mejor manera de obtener las vitaminas suficientes es a través de una dieta sana y equilibrada, pero el ritmo de vida actual y la producción de los alimentos ha hecho que, en ocasiones, el nivel de estos nutrientes sea insuficiente, por lo que nos podemos ayudar de complementos alimenticios de calidad para suplir las necesidades de nuestro organismo.
¿Qué vitaminas pueden ayudar a nuestro sistema inmune?
Vitamina C
Posiblemente se trate de la vitamina más conocida de todas.
Las células inmunes acumulan y concentran vitamina C para, después, utilizarla rápidamente durante una respuesta inmune activa. Además, contribuye al funcionamiento normal del sistema inmune durante el ejercicio físico intenso y después de este.
El estrés físico, el estrés oxidativo, el tabaquismo y las enfermedades pueden acompañarse de una mayor demanda de vitamina C.
Vitamina D
La llaman la “vitamina del sol” porque el cuerpo la produce al exponerse a la luz solar. Son pocos los alimentos que tienen vitamina D de forma natural.
Contribuye al correcto funcionamiento del sistema inmune. Algunos ensayos controlados indican que la vitamina D puede reducir el riesgo de infecciones del tracto respiratorio superior.
Vitamina A
La vitamina A se encuentra como tal en los alimentos de origen animal y en los vegetales como provitamina A, en forma de carotenos.
Contribuye al metabolismo normal del hierro, al mantenimiento de las mucosas, la piel y la visión en condiciones normales, al funcionamiento normal del sistema inmunitario y al proceso de diferenciación celular.
Se acumula en grandes cantidades en el hígado y en el tejido graso de la piel y se destruye fácilmente con la luz y con las altas temperaturas.
Vitaminas del complejo B
También ayudan a la protección de las células frente al daño oxidativo, a regular la actividad hormonal normal y a disminuir el cansancio y la fatiga