Atrapan agua en su estructura, lo que se traduce en un aumento del contenido intestinal, favoreciendo el tránsito del mismo, así como creando una sensación de saciedad, que puede ayudar a comer menos y a adelgazar.
Actúan como prebióticos, es decir, como alimento para las bacterias intestinales, al ser fermentados por ellas. Esta fermentación produce, además de mayor proliferación de Bifidobacterium (bacterias buenas), una disminución del pH, lo cual ayuda a disminuir el riesgo cancerígeno de algunas sustancias derivadas de ácidos biliares o algunos ácidos grasos, que se inactivan con la acidez y que, de lo contrario, pueden dar lugar a células cancerosas..