Alfalfa, Medicago sativa
La alfalfa o Medicago sativa es una especie de planta herbácea perteneciente a la familia de las fabáceas o leguminosas. También se conoce por otros nombres como mielga o lucerna.
Es una planta que, principalmente, se utiliza como pasto y, con este propósito, se cultiva intensivamente en el mundo entero. Tiene un ciclo vital de entre cinco y doce años, dependiendo de la variedad cultivad y del clima de la zona. En condiciones óptimas puede llegar a vivir hasta veinte años. Además, esta especie muestra autotoxicidad, es decir, es difícil que las semillas vuelvan a germinar y crecer en zonas donde ya hay plantas de esta especie. Por este motivo se recomienda la rotación con otros cultivos como el maíz o el trigo antes de volver a sembrar la alfalfa.
Es una planta originaria de Persia y, se considera, que fue utilizada durante la Edad de Bronce para alimentar a los caballos. Según Plinio el Viejo, se introdujo en Grecia alrededor del 490 a. C., durante la Primera Guerra Médica y, posiblemente, en forma de semillas que llegaron mezcladas con el pienso de la caballería persa. Finalmente, llegaría el momento en que se convertiría en un cultivo habitual destinado a la alimentación de los caballos. Para el consumo humano se puede ingerir como brotes.
Descripción
Son hierbas perennifolias, sobre todo rectas que alcanzan un tamaño de entre 30 y 60 centímetros de altura, aunque algunas plantas pueden llegar a alcanzar el metro de altura. Sus raíces suelen ser muy profundas, pudiendo medir hasta cuatro metros y medio, por lo que son especialmente resistentes a la sequía. Sus foliolos son de entre cinco y veinte milímetros de largo y entre tres y diez de ancho. Las inflorescencias crecen en un racimo pedunculado, es decir, el pedúnculo es mucho más largo que el pecíolo. Su corola de entre seis y doce milímetros de largo tiene un color violeta pálido o lavanda.
Propiedades
La alfalfa se considera una buena fuente de vitaminas y minerales. Posee actividad hipolipemiante. Se ha observado en ratas la reducción en los niveles de colesterol total, LDL, VLDL, fosfolípidos, triglicéridos y un incremento en las HDL. La reducción de los niveles de colesterol también ha sido observada en un grupo de pacientes, tras la administración de 40 g de extractos de semillas de alfalfa tres veces al día y durante 8 semanas. La lecitina es hipolipemiante. Las isoflavonas y el cumestrol son fitoestrógenos.
Las semillas de alfalfa, así como los brotes, contienen canavanina, un aminoácido no proteico que, al parecer, no se encuentra en las plantas maduras. Se ha descrito la aparición de un caso de esplenomegalia con pancitopenia en una mujer de 59 años tras el consumo continuado de semillas de alfalfa germinadas (8-160 g/día durante seis semanas). También se ha observado la reactivación de un lupus eritematoso sistémico en monos, tras ser alimentados con semillas de alfalfa. Ambos efectos secundarios son atribuidos a la canavanina.