Acción:
El bambú es una abundante fuente de sílice orgánica natural, para favorecer el tejido conectivo, huesos, piel, cabellos y uñas. Sirve para mantener unas articulaciones flexibles, preservación del cartílago, desarrollo óseo y asimilación del calcio, mantener más jóvenes los tejidos, conservación de cabellos y uñas sanos, desmineralización, juventud y flexibilidad de la piel.
Explicación:
Bambú (Bambusa arundinacea)
La mayor parte de la sílice en el organismo se encuentra en el tejido conectivo y huesos, así como en la piel, uñas y pelo. Es necesaria para la absorción del calcio en las primeras etapas de la formación de los huesos. Como los niveles de silicio disminuyen con la edad, las personas de edad avanzada necesitan consumir este mineral en mayor cantidad. Es indispensable para el buen funcionamiento del organismo. Forma parte en el metabolismo del fósforo, magnesio y calcio. Permite que el calcio se deposite en la estructura de los huesos. Contribuye a devolver una buena elasticidad al conjunto de nuestros tejidos. Es de utilidad en la curación de úlceras, heridas o para que salgan los objetos extraños como los pinchos, para lo cual se emplea en homeopatía, entre otras cosas.
La sílice puede también estar implicada en la formación de colágeno y glucosaminoglicanos (GAGs).
El silicio es un protector vascular que conserva la estructura y el metabolismo de las paredes arteriales. También se ha usado para tratar perturbaciones generadas por alteraciones de los vasos sanguíneos del oído interno como zumbidos de oídos. El silicio actúa de forma polivalente en el mantenimiento de la salud cardiovascular. Mantiene saludables las arterías dándoles elasticidad. La pérdida de silicio precede al depósito de lípidos y al depósito de calcio, que conforman las placas en las arterias. Protege las arterias de forma múltiple: da integridad al tejido elástico y a los mucopolisacáridos, confiere impermeabilidad a dichos tejidos frente a los lípidos y el calcio, y mantiene la integridad enzimática que protege al tejido arterial de los depósitos de lípidos.
Este mineral contrarresta los efectos del aluminio en el organismo y es importante para prevenir la enfermedad de Alzheimer y la osteoporosis. Estimula el sistema inmunológico e inhibe el proceso de envejecimiento en los tejidos.
El silicio disminuye los niveles altos de colesterol y combate la hipertensión.
La carencia de silicio da lugar a: retraso del crecimiento, huesos frágiles, piel deshidratada, acné, tendencia a abscesos y fístulas, forunculosis, amigdalitis, deficiencia intelectual, conjuntivitis, caries dentales, fragilidad y/o caída del cabello, uñas frágiles y opacas, tendinitis, fibrosis, flacidez articular, patologías coronarias, alteraciones osteoarticulares y del tejido de sostén, bajada de las defensas, problemas broncopulmonares.