Las hojas de berro son agua en un 94%, y en el resto de su composición orgánica contienen tan altas y concentradas dosis de nutrientes, que hacen de ellas un tesoro nutritivo y medicinal a tener presente. Destacan sobre todo por su elevado contenido en vitaminas y minerales, en cambio la presencia de grasas es muy baja, y nula la de colesterol.
Se compone de:
- Vitaminas A, C, B2 (riboflavina), B1 (tiamina), B3 (niacina), B6 (piridoxina), B9 (ácido fólico) y E.
- Sales minerales, en especial potasio, sodio, calcio, hierro, fósforo, manganeso, iodo y cinc.
- Glucosinolatos como el gluconasturtósido y la gluconasturina, entre otros.
- Principios amargos.
- Aceite esencial, como derivado de la citada gluconasturina.
- Flavonoides, carotenoides.
- Dosis significativas de algunos aminoácidos como ácido aspártico, alanina, fenilanina, arginina, ácido glutamínico, glicina, histidina, leucina, isoleucina, metionina y tirosina, entre otros.
- Ácidos grasos, oleico, linoleico, palmítico, en muy pequeñas proporciones.