Cardo mariano
Silybum marianum
El cardo mariano, como se conoce comúnmente al Silybum marianum, es una planta herbácea anual o bienal del género Silybum y perteneciente a la familia de las asteráceas o Asteraceae.
Esta especie fue descrita por Carolus Linnaeus como Carduus marianus, en primer lugar, y atribuida luego al género Silybum por Joseph Gaertner.
Descripción
De tallo simple o ramificado hacía el ápice, que puede alcanzar tres metros y medio de altura. Dichos tallos son de sección más o menos circular, no alados y con costillas longitudinales, foliosos sobre todo en la base, y con un denso indumento blanquecino arenoso. Las hojas pueden medir hasta 40 por 12 cm y son pecioladas o sentadas y abrazadoras, pero no decurrentes, más pequeñas hacia la parte superior del tallo; las basales más o menos rosuladas, pecioladas, oblongo-lanceoladas, de sinuado-pinnatífidas a pinnatipartidas en 4-6 pares de lóbulos con márgenes con espinas amarillas de hasta de 15 mm, y de haz verde brillante con un retículo blanquecino; las caulinares y superiores, similares pero sésiles y más pequeñas.
Origen y etimología
En cuanto a su etimología “marianum” hace referencia a la Virgen María, ya que existe una leyenda medieval sobre esta planta que cuenta que utilizó las grandes hojas de un cardo para ocultar a Jesús de los soldados de Herodes. Al momento de escapar, de su pecho cayeron algunas gotas de leche, que han perdurado para siempre en esta especie. El cardo quedó, entonces, bendecido y lleno de virtudes y, por eso, en la medicina medieval se recomendaban esta planta a las puérperas y nodrizas, a fin de aumentar la secreción de leche.
Propiedades
El uso de cardo mariano es habitual en tratamientos de medicinas alternativas y, sobre todo, se han utilizado sus semillas con fines medicinales desde hace siglos. Contiene silimarina (1,5-3 %), una mezcla de diversos flavanolignanos que se encuentra especialmente en el tegumento. Los principales componentes de la mezcla son: silibina (silibinina), silicristina y silidianina. Flavonoides: taxifolina, quercetina, dihidrokempferol, kempferol, apigenina, naringina y otros.