Espino amarillo
Hippophae rhamnoides
El espino amarillo o Hippophae rhamnoides, también conocido como cambrón es un arbusto espinoso perteneciente a la familia elaeagnaceae.
Es nativa de Europa, Asia Menor y el Cáucaso donde crece en terrenos arenosos, dunas y orillas del mar donde a menudo constituye espesuras.
Descripción
Es un arbusto espinoso que puede llegar a alcanzar los tres metros de altura. Su tronco y ramas son de color pardo claro y escamosas, mientras que sus hojas, caducas, son estrechas, lanceoladas y plateadas por el envés. Sus flores son pequeñas, unisexuales, de color verde y forman largos racimos. En cuanto a su fruto es comestible, es un aquenio de color anaranjado rodeado de un cáliz carnoso que le da aspecto de drupa. Debido a su tolerancia contra suelos fuertemente erosionados, pobres en nutrientes y en ocasiones salados, se utiliza para la recuperación de tierras o como protección para estas.
Origen y etimología
Este arbusto fue descrito por el botánico Aven Nelson y publicada en el Species Plantarum. En castellano también se conoce de forma popular como escambrón, espino falso, arto, quitasombreros o titinera.
Propiedades
El espino amarillo contiene vitamina C, mucílagos, carotenos, glucósidos flavónicos y ácidos orgánicos. Su contenido en vitamina C es especialmente abundante, por lo que ha sido muy utilizado contra el escorbuto. Además ayuda a estimular el apetito y disminuir la astenia.
El fruto del espino amarillo es muy rico en ácidos grasos y suelen prepararse con él jaleas y mermeladas. Tanto este fruto como sus hojas se han utilizado de forma tradicional en remedios naturales y, actualmente, se utilizan en la industria farmacéutica y cosmética. Sus bayas contienen omega 7 o ácido palmitoleico, un ácido graso monoinsaturado que cumple diferentes funciones en la piel y las mucosas.
Aceite esencial de espino amarillo
Entre los componentes de este aceite cabe destacar los ácidos grasos omega 3, omega 6, omega 7 y omega 9, los fitoesteroles, los carotenoides y las vitaminas E y K.
Gracias los ácidos grasos saludables del aceite de espino, se puede utilizar para ayudar en casos de dermatitis atópica. Además, posee la capacidad de mitigar el daño producido por los radicales libres en la mitocondria, por lo que se considera antioxidante y también cardioprotector.