Acción:
Protector hepático frente a tóxicos de todo tipo: alimentos, medicamentos, tóxicos variados o metales pesados. Estas plantas mejoran la función hepática desintoxicante, ayudando al organismo a deshacerse cuanto antes de los agentes tóxicos.
Explicación:
En esta formulación se asocian varias plantas protectoras del hígado para conseguir una buena sinergia. Protectores hepáticos y drenadores del mismo colaboran a hacer una desintoxicación rápida en circunstancias en que se requiera tal limpieza, como un exceso de medicamentos, metales pesados, curas primaverales y otras situaciones.
Cardo mariano (Silybum marianum)
Su fruto contiene silimarina, una mezcla de diversos flavanolignanos que se encuentra especialmente en el tegumento. Los principales componentes de la mezcla son silibina (o silibinina), silicristina y silidianina.
La silimarina es hepatoprotectora. Actúa directamente sobre las células del hígado como antagonista frente a diversos agentes hepatotóxicos: faloidina y alfa-amanitina (toxinas de Amanita phalloides), lantánidos, tetracloruro de carbono, galactosamina, tioacetamida, así como el virus hepatotóxico FV3 característico de los animales de sangre fría.
Su eficacia terapéutica ha sido demostrada para el tratamiento de cirrosis inducidas por alcohol, hepatitis virales agudas y crónicas, hepatitis inducidas por compuestos orgánicos como tolueno o xileno, por medicamentos o toxinas.
Estas propiedades se basan en dos mecanismos de acción: modifica la estructura celular externa de los hepatocitos impidiendo la penetración de los agentes hepatotóxicos dentro de las células; además estimula la actividad de la RNA polimerasa/DNA-dependiente de los nucléolos con el consiguiente aumento de la síntesis proteica ribosomal, lo que estimula la capacidad de regeneración del hígado y la producción de nuevos hepatocitos.
Además, la silimarina y la silibina han demostrado en estudios in vivo e in vitro actividad antioxidante y captadora de radicales libres a nivel de la producción de especies oxigenadas (ROS) y a nivel de la peroxidación. Estas actividades están probablemente relacionadas con su acción antihepatotóxica.
Desmodio (Desmodium adscendens)
Posee alcaloides de la familia de los indoles y ácidos grasos, y sobre todo es rico en ácidos grasos insaturados.
Se le atribuye efecto hepatoprotector, colagogo, colerético, antiinflamatorio, analgésico, antiespasmódico, aperitivo, digestivo, depurativo, antiemético y antialérgico por vía interna.
Es colerético (estimula la producción de bilis) y colagogo, favorece la normalización de las transaminasas, disminuye las náuseas, estimula el apetito, es antiespasmódico, previene y reduce los ataques asmáticos por su acción antihistamínica.
Usado en: hepatitis vírica, hepatitis tóxica (ej. alcoholismo), ictericia, cirrosis hepática y procesos hepáticos menores, prevención y tratamiento de los procesos asmáticos, dolor de cabeza de origen hepático, alergias y asma, tos espasmódica y transaminasas elevadas.
Alcachofa (Cynara scolymus)
La alcachofa incrementa la secreción biliar y la irrigación sanguínea del hígado, lo que ayuda a digerir mejor los alimentos.
Sus principales acciones farmacológicas están relacionadas con los procesos que intervienen en la digestión: eupéptica, colerética, colagoga, antiemética y aperitiva, en las que parecen intervenir los derivados cafeilquínicos, en especial la cinarina y el ácido clorogénico, y las lactonas sesquiterpénicas como la cinaropicrina.
La droga presenta actividad hepatoprotectora, a la que puede contribuir su actividad antirradicalar, en parte debida a la acción captadora de los radicales libres de sus derivados polifenólicos.
Rábano negro (Raphanus sativus)
El rábano negro se ha utilizado desde la antigüedad como remedio frente a disquinesias biliares y trastornos hepatobiliares, hepatitis y transaminasas elevadas.
Estimula la secreción biliar y provoca una contracción moderada de la vesícula, que facilita la eliminación de los desechos. Se dice que es un “drenador hepático”. Además posee actividad diurética moderada y antibacteriana.
A nivel digestivo, el consumo del jugo de la raíz o sus extractos ejerce actividad aperitiva, eupéptica, laxante por estimulación del peristaltismo intestinal. Por otra parte, estimula el músculo liso de la vesícula biliar, determinando una actividad colagoga. También destaca su actividad hepatoprotectora. En todas estas acciones tienen un papel importante los compuestos sulfurados del aceite esencial como pueden ser los isotiocianatos, y algunos heterósidos como la raphanina.
Tradicionalmente también se emplea para facilitar la eliminación de pequeños cálculos urinarios.
Beta-carotenos, vitamina C y pimienta negra (Piper nigrum)
Se unen a la formulación dos antioxidantes para colaborar a la protección de los principios activos de las plantas que lleva, y el extracto de pimienta negra ayuda a absorber mejor estos nutrientes.