Acción:
Inhibe las enzimas mediadoras de la inflamación, reduciendo de forma rápida el dolor y la inflamación. Desinflama la articulación, mejora la movilidad, disminuye la rigidez, estimula los condrocitos y modula los mecanismos de feedback de formación de hueso, evitando la destrucción de la matriz del hueso y cartílago.
Explicación:
La Boswellia es un género de árboles conocidos por sus resinas aromáticas, las cuales tienen muchos usos farmacéuticos, especialmente como antiinflamatorio.
Contiene aceite esencial (16%): α-tuyeno y p-cimeno. Resina: saponinas triterpénicas pentacíclicas, siendo el ácido beta-boswélico uno de los constituyentes principales.
El extracto, obtenido de la resina del árbol, empleado en esta formulación tiene un alto potencial de actividad (52% más que cualquier otro extracto existente en el mercado actual). Su absorción es óptima, por lo que no produce efectos secundarios en la mucosa gástrica, como otros antiinflamatorios.
La Boswellia serrata posee un claro efecto antiinflamatorio, efectivo en 3 niveles terapéuticos:
Articulaciones, cartílago y huesos.
Bronquitis asmática.
Inflamaciones intestinales como enfermedad de Crohn, síndrome del color irritable o colitis ulcerosa.
En la Medicina Ayurvédica, a la boswellia (Salai gugal) se le atribuye una acción diaforética, diurética y colagoga.
En cuanto a su acción a nivel articular, la mejoría comienza a producirse a los 5 días del tratamiento, como se ha constatado en diversos estudios clínicos realizados en la India. Actúa inhibiendo enzimas mediadoras de la formación de leucotrienos inflamatorios. Los leucotrienos provocan inflamación, aceleran los daños oxidativos, el desequilibrio del calcio en los huesos y las reacciones autoinmunes.
La vía metabólica para esta reducción de los leucotrienos y otras sustancias inflamatorias es la inhibición de la 5-lipooxigenasa (5-LOX). A su vez, inhibe otras enzimas como la IL-1 beta, TNF alfa, MAP kinasa/ NpKb o MMP3, estimulando así la formación de condrocitos y disminuyendo la destrucción del hueso y la articulación. También evita la degradación del colágeno y disminuye la formación de óxido de nitrógeno, relacionado también con la oxigenación exagerada de las células óseas.
Todos estos procesos inhibitorios enzimáticos producen una modulación de los mecanismos de feedback de la formación-destrucción del hueso, que debido a la edad y a otros procesos producen un desequilibrio negativo en este balance.
Los síntomas asociados a su actuación son: desaparición del dolor, rojez, hinchazón, aumento de la movilidad, menos rigidez matinal, aumento de la flexibilidad y efecto analgésico. Una de las moléculas responsables de estas acciones es el AKBA, ácido acetil-11-ceto beta-boswélico.