Acción:
Inhibe las enzimas mediadoras de la inflamación, reduciendo muy pronto el dolor y la inflamación. Desinflama la articulación, mejora la movilidad, disminuye la rigidez matutinal, estimula los condrocitos, y modula los mecanismos de feedback de formación de hueso, evitando la destrucción de la matriz del hueso y cartílago.
Explicación:
La boswellia es un género de árboles conocidos por sus resinas aromáticas, las cuales tienen muchos usos farmacéuticos, particularmente como antiinflamatorios.
Contiene aceite esencial (16%): α-tuyeno y p-cimeno. Resina: saponinas triterpénicas pentacíclicas, siendo los constituyentes principales el ácido ß-boswélico.
El extracto es obtenido de la goma resina del árbol.
Su absorción es óptima debido a la presentación en forma de fitosoma, que es capaz de atravesar las barreras celulares con más facilidad y, por tanto, más biodisponibilidad y actividad terapéutica.
No da lugar a efectos secundarios en la mucosa gástrica como otros antiinflamatorios, no produce tolerancia.
Posee claro efecto antiinflamatorio que se hace efectivo en tres niveles terapéuticos:
- Articulaciones, cartílago y huesos.
- Bronquitis asmática.
- Inflamaciones intestinales (enfermedad de Crohn, síndrome de colon irritable, colitis ulcerosa).
En Medicina Ayurvédica, a la boswellia (Salai guggal) se le atribuye además una acción diaforética, diurética y emenagoga.
En cuanto a su acción a nivel articular, actúa inhibiendo enzimas mediadoras de la formación de los leucotrienos inflamatorios. Los leucotrienos provocan inflamación y aceleran los daños oxidativos, el desequilibrio del calcio en el hueso y las reacciones autoinmunes.
La vía metabólica empleada para la reducción de los leucotrienos y otras sustancias inflamatorias es principalmente la inhibición de la 5-lipooxigenasa (5-LOX). Pero a su vez actúa sobre otras enzimas (metaloproteasas) inhibiéndolas, como son la IL-1 beta, TNF alfa, MAP Kinasa/NpKb o MMP3, con lo que se consigue estimular la formación de condrocitos y disminuir la destrucción del hueso y la articulación. Al mismo tiempo, se evita la degradación del colágeno. Se disminuye la formación de óxido de nitrógeno, también relacionado con la oxidación exagerada de las células óseas. Todos estos procesos inhibitorios enzimáticos conducen a una modulación de los mecanismos de feedback de la formación-destrucción del hueso, que con la edad y otras circunstancias poco conocidas da lugar a un desequilibrio negativo en este balance.
Los síntomas sobresalientes de su actuación son: desaparición del dolor, rojez, hinchazón, aumento de la movilidad, menos rigidez matinal, aumento de la flexibilidad y efecto analgésico.
Aunque probablemente, y como es sabido, la actuación de esta planta se deba a su conjunto, al parecer una de las moléculas más responsables de estas acciones es el AKBA, un ácido boswélico (3-0-acetil-11-keno-beta-ácido boswélico).
Hay variados estudios al respecto que demuestran hasta un 70% de mejoría clara en procesos inflamatorios intestinales y asma bronquial.
A nivel antitumoral, investigadores del Instituto de Investigación Baylor de Dallas, Estados Unidos, demostraron que un extracto de boswellia inhibía las células tumorales colorrectales, lo que se debería a su capacidad para revertir el proceso de metilación del ADN aberrante, que se traduce en la reactivación de la expresión de los genes que controlan el crecimiento de tumores.