Acción:
Antiinflamatorio importante indicado en artritis y otros procesos inflamatorios. Es digestivo, estimulante de la bilis, mejora las úlceras digestivas y ayuda en los procesos tumorales digestivos. Principalmente, es antioxidante, antidiabético y protector hepático.
La absorción y, por tanto, la biodisponibilidad de este compuesto Liposomado es cerca de 30 veces superior a la cúrcuma sin liposomar.
Explicación:
Cúrcuma (Curcuma longa)
Contiene colorantes naturales llamados curcuminoides, de los cuales el principal es la curcumina. Contiene además monodesmetoxicurcumina y bisdesmetoxicurcumina.
Su aceite esencial es rico en carburos terpénicos y cetonas sesquiterpénicas. Contiene además un 40-45% de polisacáridos, principalmente arabinogalactanos (ukonanas A y C), minerales (3-5%), carotenos, vitamina C y péptidos solubles en agua.
Tradicionalmente se le ha atribuido actividad sobre la vesícula biliar, como colerético y colagogo. Se recomienda además como estimulante del apetito. Otros usos populares son: en el tratamiento de úlceras pépticas, dolor e inflamación en enfermedades reumáticas, amenorrea, dismenorrea, diarrea, epilepsia y problemas dermatológicos.
La mayor parte de los efectos farmacológicos demostrados para esta planta se atribuyen a la presencia de los curcuminoides, principalmente curcumina, y al aceite esencial.
Sobre el aparato digestivo, en algunas farmacopeas se le atribuye eficacia para el tratamiento de la úlcera péptica. Aunque a dosis elevadas la curcumina es ulcerogénica, diferentes extractos de Curcuma longa (acuoso e hidroalcohólico) y curcumina a dosis inferiores mostraron, en modelos animales, una actividad antiulcerosa y citoprotectora. La curcumina inhibe además el crecimiento de Helicobacter pylori, tiene actividad colagoga y reduce la producción de gas intestinal.
El extracto hidroalcohólico de cúrcuma presenta además una acción hepatoprotectora. Muchos de los efectos beneficiosos de esta planta están relacionados con la capacidad antioxidante de sus componentes. La curcumina posee actividad antioxidante y captadora de radicales libres, antiinflamatoria, antibacteriana, antiviral y antifúngica. El aceite esencial y algunos de sus componentes aislados (turmerona) han demostrado eficacia frente a diversos hongos como Aspergillus flavus. A su actividad fungicida se suma la capacidad que tiene este aceite para prevenir la producción de toxinas por dichos hongos.
Se han verificado experimentalmente los efectos antitumorales de curcumina frente a diferentes líneas celulares, especialmente en procesos relacionados con el aparato digestivo. Sobre colangiocarcinoma, tumor de células biliares, la curcumina inhibe la proliferación celular e induce apoptosis de esas células a través de diferentes mecanismos de acción, como por ejemplo la inhibición de la activación del factor nuclear (NF)-κB o su capacidad para inducir la expresión de PPR-γ. Igualmente evita la proliferación de células de tumor de colon.
El rizoma de cúrcuma posee actividad antiinflamatoria sobre modelos de inflamación tanto aguda como crónica, cuando es administrado por vía intraperitoneal en animales, con potencia similar a la indometacina o acetato de hidrocortisona. Entre sus componentes, la curcumina ha demostrado ser capaz de inhibir enzimas como cliclooxigenasa-2, 5-lipoxigenasa y NOS inducible, inhibir la activación de factores de transcripción y disminuir la producción de citocinas pro-inflamatorias como TNF-α, interleucinas IL-1, -2, -6, -8 y -12 y factores quimiotácticos. El aceite esencial también posee actividad antiinflamatoria. La actividad antioxidante contribuye a la eficacia antiinflamatoria de esta planta.
También se han estudiado, tanto en animales como en el hombre, los efectos del rizoma de cúrcuma sobre los niveles de glucemia. La curcumina mejora la sensibilidad a la insulina.
Sobre el SNC, la curcumina ha demostrado actividad neuroprotectora, anticonvulsivante, antidepresiva, antiestrés y ansiolítica. Entre los mecanismos de acción propuestos figura la inhibición selectiva del enzima NOS inducible.
Los estudios realizados en humanos indican su buena tolerabilidad, si bien la biodisponibilidad de la curcumina parece estar limitada debido a su rápida eliminación.
El rizoma de Curcuma longa se emplea además como colorante alimentario (azafrán de las indias) y es el principal constituyente del curry.
En la Medicina Ayurveda es llamada también “palillo” y se usa para situaciones semejantes a las mencionadas. Como antibiótico, para digerir mejor y eliminar gases, para eliminar tóxicos, para mejorar la flora intestinal, proteger el hígado, estimular la bilis, en las articulaciones inflamadas, para bajar el colesterol y la viscosidad de la sangre, para aumentar la elasticidad corporal.