Acción:
El extracto de abedul y cola de caballo actúan con eficacia a nivel renal, ayudando a la eliminación de toxinas y mejorando dicha función en estos órganos. La bardana es la planta por excelencia para cubrir la depuración relacionada con los problemas de piel. La alcachofa, fumaria y cardo mariano, se encargan de ayudar al hígado en su función limpiadora con sus acciones protectoras del mismo y son drenadoras de bilis. También estimulan los jugos gástricos e intestinales mejorando las digestiones. El té verde ayuda a la acción antioxidante del organismo, además de tener efecto diurético y adelgazante. La vasaka es una planta de origen hindú muy eficaz para ayudar a la limpieza de los pulmones, por su efecto expectorante. Por último, el café verde activa el metabolismo para reducir peso, con lo cual ayudamos mucho a la desintoxicación.
Explicación:
Café verde (Coffea arabica)
No ha sido tostado, es decir, está en estado puro con todas sus virtudes y principios activos, ya que en el tostado se pierden muchos principios de este fruto. Según estudios realizados, el café verde ayuda a la pérdida de peso, de una forma más o menos rápida. El sabor del café verde es algo más amargo que el tostado y el color, y el aroma es diferente. Calma el hambre y mantiene a la persona más tiempo sin necesidad de ingerir alimentos. El café verde es saciante debido a su contenido en compuestos fenólicos (en especial, el ácido clorogénico). Ayuda a que las grasas se conviertan en energía, lo que ayuda a adelgazar. Produce un aumento de la actividad lipolítica, que es la que se encarga de regular que las grasas se depositen más o menos entre los tejidos corporales y responsables de los “michelines”.
Té verde (Camelia sinensis)
El té verde, por su gran riqueza en ácidos fenólicos tiene un poder antioxidante muy potente. El té verde contiene L-teanina, la cual potencia la actividad cognitiva, mejorando la memoria, la atención, la concentración y el aprendizaje. Es un reductor del estrés. Todo ello se debe al alto contenido que tiene en antioxidantes, principalmente de tipo fenólico. Puede servir de ayuda en el Alzheimer, prevención de tumores, en las artritis, esclerosis múltiple y otras enfermedades degenerativas, para mejorar la comunicación intercelular, para quemar mejor las grasas y como reductor del colesterol.
Cardo mariano (Silybum marianum)
El fruto del cardo mariano contiene silimarina, una mezcla de diversos flavanolignanos que se encuentra especialmente en el tegumento. La silimarina es hepatoprotectora, actúa directamente sobre las células del hígado como antagonista frente a diversos agentes hepatotóxicos. Su eficacia terapéutica ha sido demostrada para el tratamiento de cirrosis inducidas por alcohol, hepatitis virales agudas y crónicas, hepatitis inducidas por compuestos orgánicos como tolueno o xileno, por medicamentos o toxinas. Estas propiedades se basan en dos mecanismos de acción: modifica la estructura celular externa de los hepatocitos impidiendo la penetración de los agentes hepatotóxicos dentro de las células; además estimula la actividad de la RNA polimerasa/ DNA-dependiente de los nucléolos con el consiguiente aumento de la síntesis proteica ribosomal, lo que estimula la capacidad de regeneración del hígado y la producción de nuevos hepatocitos. Además, la silimarina y la silibina han demostrado en estudios in vivo e in vitro actividad antioxidante y captadora de radicales libres a nivel de la producción de especies oxigenadas (ROS) y a nivel de la peroxidación. Estas actividades están probablemente relacionadas con su acción antihepatotóxica.
Bardana (Arctium lappa)
Se le atribuyen acción antimicrobiana y antifúngica. Efecto anti-acné, interfiriendo en los primeros pasos del proceso inflamatorio que lo acompaña. Administrada de forma oral previene el daño intestinal y la liberación de citocinas en colitis ulcerosa. La Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprueba su uso tradicional para aumentar el flujo urinario, como adyuvante en afecciones urinarias leves, en pérdidas temporales de apetito y para el tratamiento de estados seborreicos de la piel.
Abedul (Betula alba)
Se emplean las hojas secas, enteras o fragmentadas. Está demostrada una acción diurética, aumentado la excreción de agua y electrolitos. Por el efecto de arrastre previene la formación de arenillas y cálculos en las vías urinarias. ESCOP y Comisión E afirman que incrementa la diuresis en afecciones bacterianas o inflamatorias de las vías urinarias bajas y en caso de presencia de arenilla y para la prevención de cálculos urinarios. La Comisión E aprueba su uso también como coadyuvante en el tratamiento de las molestias reumáticas.
Alcachofa (Cynara scolymus)
La alcachofa incrementa la secreción biliar y la irrigación sanguínea del hígado, lo que nos ayuda a ingerir mejor los alimentos. Mejora las dispepsias y la molesta sensación de repleción y de náuseas que presentan los enfermos de hígado y vesícula biliar. Favorece la regeneración de las células hepáticas y atenúa el impacto que el alcohol ejerce en ellas. Remedio natural sobre la ictericia y la hidropesía, además de ser un alimento idóneo en la convalecencia de la hepatitis.
Cola de caballo (Equisetum arvense)
Contiene abundantes sales silícicas que le confiere propiedades remineralizantes y contribuye al mantenimiento del colágeno por los fibroblastos, aumentado la elasticidad de los tejidos. El silicio, junto con el calcio, es utilizado por los osteoblastos en la formación del tejido óseo. Tiene un claro efecto diurético, drenante de los riñones y limpiador de los mismos.
Vasaka (Adhatoda vasica)
Es un árbol pequeño cuyas hojas principalmente se usan desde la Antigüedad en Medicina Ayurvédica para tratar los problemas pulmonares. Sus hojas contienen un alcaloide, la vasicina, y aceite esencial, destacando sobre los demás componentes de la planta. Se emplea por su acción expectorante y antihistamínica en las bronquitis, tos, resfriados, tuberculosis y asma. Es una planta con tropismo pulmonar, que normaliza la función de los pulmones y bronquios. Produce una fuerte expectoración que limpia los bronquios de mucosidad. También es usada como vermífugo y en enfermedades de la piel como la sarna y otras. En uso externo también se usa contra el dolor de las articulaciones en fricciones.
Fumaria (Fumaria officinalis)
La fumaria es conocida principalmente por su contenido en alcaloides, más de 20, siendo el alcaloide mayoritario la protopina o fumarina. Además contiene flavonoides y ácidos fenólicos. Su acción anfocolerética ha sido demostrada en animales. No ejerce efecto alguno en ratas cuando la secreción de bilis es normal, sin embargo la aumenta cuando se encuentra por debajo de los valores normales y, al contrario, la disminuye cuando hay un aumento de flujo. La fumaria ejerce un importante papel sobre la litiasis biliar provocada experimentalmente en ratas. La protopina es responsable de su acción espasmolítica de la musculatura lisa, especialmente a nivel del esfínter de Oddi.
Frángula (Rhamnus frangula)
La frángula es una planta laxante y estimulante que debe sus propiedades a los derivados antraquinónicos. Los principales componentes de la corteza desecada de frángula son las glucofrangulinas A y B (diglicósidos de emodina) y las frangulinas A y B (monoglicósidos de emodina). Los heterósidos llegan sin ser absorbidos al intestino grueso donde son hidrolizados y transformados en los correspondientes metabolitos activos por acción de las enzimas de las bacterias de la flora intestinal. Su acción se manifiesta de 6 a 12 horas después de su administración. Estimulan la motilidad e inhiben la absorción de agua y de electrolitos a nivel de la mucosa intestinal, con el consiguiente efecto laxante.