Acción:
Es un antioxidante que actúa evitando la actuación de los dañinos radicales libres, producto de la oxidación. Específico en afecciones de la próstata (adenoma) donde su acción antioxidante parece que puede evitar las mutaciones genéticas en dichas células, preventivo de afecciones cardiacas por su acción antioxidante que evita el depósito de ateromas. Se le atribuyen funciones entre las cuales se distinguen la inhibición de la proliferación celular y su importante potencial antioxidante capaz de eliminar el singlete de oxígeno y los radicales peroxilo derivados del estrés oxidativo.
Explicación:
El licopeno es un pigmento vegetal que no podemos sintetizar, que pertenece a la familia de los carotenos y es el responsable del color rojo intenso de algunos alimentos. No presenta toxicidad.
Es una sustancia liposoluble, un factor a tener en cuenta a la hora de consumirlo. Nuestras fuentes principales de licopeno son los tomates, aunque también se encuentra en sandías y otras frutas. Los tomates tipo “pera” contienen más licopeno que los de ensalada.
Se ha observado que la disponibilidad y absorción de licopeno es mucho mayor cuando consumimos el tomate cocinado en vez de crudo. Por un lado, una vez que cocinamos el tomate, las altas temperaturas destruyen la pared celular y dejan más expuesto y, por lo tanto, más disponible al licopeno presente que cuando éste se consume en crudo. Por otro lado, si una vez cocinado, consumimos el tomate con aceite, ya que las grasas son el mejor vehículo para transportar el licopeno, conseguiremos también mejorar la absorción en el intestino. En resumen, las mejores fuentes de licopeno las encontramos en las salsas fritas de tomates naturales.