Holofit Pau d’Arco es un complemento alimenticio que ayuda a estimular el sistema inmune. Estos son sus beneficios:
Beneficios y propiedades de Holofit Pau d’Arco
- Ayuda a estimular el sistema inmunológico.
- Apoyo como antifúngico, antibacteriano, antinflamatorio, antiparasitario, antidiarreico, cicatrizante y antipsoriásico.
- Colabora en casos de infecciones por cándida, diarreas, parásitos y psoriasis.
Componentes de Holofit Pau d’Arco
Pau d´Arco o lapacho, Tecoma avellanedae
El Pau d´Arco o lapacho, es un árbol procedente de Brasil principalmente. Se emplea la corteza, que contiene naftoquinonas. Entre éstas destacan: lapachol, deoxilapachol, lapachenol, alfa y beta-lapachona, dehidro-iso-alfa-lapachona (xiloidina), menaquinona-1, 2-(1’-hidroxietil)-furano naftoquinona, 5-hidroxi-2-(1’-hidroxietil)-furano naftoquinona y 8-hidroxi-2-(1´-hidroxietil)-furano naftoquinona. Por último se hallan antraquinonas (2-metil-antraquinona o tectoquinona; 2-hidroximetil-antraquinona; 2-acetoxi-metil-antraquinona; antraquinona-2-aldehído; 1-hidroxiantraquinona; 1-metoxiantraquinona; 2-hidroxi-3-metilquinona; tabebuína) y un aceite esencial (0,55-1,50%) compuesto principalmente por sesquiterpenos.
El lapacho cuenta con propiedades astringentes (antidiarreico, cicatrizante), antibacterianas (especialmente Gram+), antifúngicas (mayoritariamente frente a Candida spp) y antinflamatorias.
Los estudios farmacológicos sobre el lapacho se han centralizado básicamente en dos aspectos: antineoplásico y antimicrobiano. A nivel oncológico, la reputación como agente antitumoral del lapacho se remonta hace ya varias décadas. Por ahora sólo hay evidencias de algunos efectos inhibitorios in vitro o en modelos animales.
En cuanto a la actividad antimicrobiana in vitro, los compuestos que dieron resultados más alentadores han sido las naftoquinonas lapachol y lapachona. La lapachona ha demostrado actividad inhibitoria sobre estafilococos y estreptococos, así como actividad antimalárica y antitripanosómica significativa. En tanto, el lapachol demostró actividad antimicrobiana contra Bacillus subtilis, Staphylococcus aureus penicilino-resistentes, Salmonella typhimurium y Candida albicans. Resultaron interesantes también los hallazgos experimentales positivos frente a Leishmania infantum. En cuanto a la actividad antiviral, se hallaron resultados inhibitorios sobre el virus de la influenza, virus de la polio y estomatitis y frente al virus del Herpes simplex (tipo I y II).
En cuanto a la beta-lapachona, ha exhibido actividad inhibitoria in vitro sobre la enzima transcriptasa inversa y frente a algunos retrovirus relacionados con patologías tales como mieloblastosis aviar.
La actividad antiinflamatoria in vitro del extracto acuoso total de lapacho tuvo una potencia similar a la fenilbutazona. Experimentalmente, dicho extracto exhibe una actividad antiulcerogénica, lo cual sería tributo de las naftoquinonas. Se han ensayado geles antiinflamatorios para uso tópico conteniendo lapachol al 0,5% en un pH 8, determinando respuestas antiinflamatorias del orden del 80,84% a los 100 minutos de su administración en roedores.
El lapachol ha demostrado poseer efectos anticoagulantes in vitro, en tanto la tecomina tendría actividad hipoglucemiante e hipotensora. Por su parte, el carnosol y los derivados indólicos presentan actividad antioxidante in vitro. Un trabajo experimental indicó que los componentes de la corteza interna del lapacho podrían derivar en promisorios agentes antipsoriásicos. En efecto, el compuesto beta-lapachona demostró una eficacia comparable al agente antipsoriásico antralina.
Por último, el lapachol y otras naftoquinonas relacionadas con esta especie han demostrado poseer efectos anticoagulantes en ratas y en humanos, de manera similar a la 4-hidroxi-cumarina.
En Argentina, se emplean sus hojas por vía externa como antisépticas de úlceras, eczemas, psoriasis, hemorroides y tumores de piel. La corteza, por vía interna, se emplea como astringente, antianémica, hipotensora, revitalizante, hipoglucemiante, antiinfecciosa urinaria y antitumoral. En Bolivia, Brasil y Costa Rica se utiliza especialmente contra distintos tipos de tumores; en Paraguay como reconstituyente y antisifilítico; en Venezuela y Colombia como antimalárico y antitripanosómico, y en Guatemala contra llagas y úlceras dérmicas.
Los productos e infusiones de lapacho en las dosis adecuadas son generalmente bien tolerados. Dosis mayores han evidenciado en algunos pacientes cuadros de náuseas, diarrea, mareos, hemorragias y vómitos.
Los casos de toxicidad fueron siempre relacionados con compuestos aislados de la corteza, y no con el fitocomplejo. Los pacientes que consumen lapacho pueden tener una coloración más oscura de su orina.
Teniendo en cuenta algunas experiencias en roedores, no se debe administrar esta especie durante el embarazo por peligro de aborto y teratogenicidad. También se recomienda no prescribirlo durante la lactancia.