Acción:
Estimulante del metabolismo en general, mejora la gestión de los carbohidratos y lípidos, ayudando en la diabetes y como adelgazante. Da energía, ganas de vivir, induce a un buen estado de salud y a más vitalidad, en deportistas aumenta la energía. Antienvejecimiento. Depurativa hepática. Eficaz antioxidante.
Explicación:
La Santa Hierba de California (Eriodictyon californicum) tiene un amplio abanico de acciones que se traducen como un buen nutriente natural para acelerar el metabolismo basal. Esta planta induce a un metabolismo equilibrado. Han sido muy estudiadas sus acciones en diversos experimentos.
Se trata de un arbusto muy conocido en las zonas desérticas de California, con flores en forma de trompeta, azul violeta y blanco, hojas impregnadas de una resina pegajosa, olor muy particular y sabor amargo y dulce. Es una hierba sagrada en la zona con usos tradicionales aparte de curativos de tipo emocional, aumentando la valentía y los poderes mentales, usada en rituales de purificación y protección desde muy antiguo.
Alarga la vida porque aminora las reacciones de glicación o envejecimiento degenerativo, por reacción de los azúcares con las proteínas.
Aumenta la energía y la vitalidad y las ganas de vivir.
Tiene una importante acción antioxidante, antiinfecciosa y depurativa hepática. También es antiinflamatorio y neuroprotector.
Es muy resaltable su acción en el deporte, ya que aumenta la vitalidad y la respuesta al esfuerzo. Gran impulsor metabólico, energizante.
Como resultado en la buena gestión del metabolismo induce a la pérdida de adiposidad y al adelgazamiento. Se han realizado estudios con personas en este sentido y se ha concluido que es muy eficaz como adelgazante. La Santa Hierba de California se presenta aquí en forma de extracto rico en polifenoles. Rica en flavonoides como el homoeriodictyol, eriodictyol y esterubina. Se ha visto que la esterubina actúa como antiinflamatorio de las células cerebrales y se estudia su acción en el Alzheimer y otros trastornos neurodegenerativos.
Esta planta ha sido empleada tradicionalmente para tratar infecciones respiratorias, asma, rinitis alérgica, fiebre, dolores musculares, reumatismo. También en forma de cataplasma para llagas, heridas o roturas de huesos. En forma de vapor para tratar las hemorroides.