Acción:
El PEA es un antinflamatorio general y analgésico, indicado en dolores e inflamaciones neuropáticas. Una ayuda natural en ciáticas, dolores lumbares, síndrome de túnel carpiano, hernia discal, neuropatía diabética, neuralgia post-herpética, dismenorrea, fibromialgia, endometriosis, dolores de mandíbula, neuropatía periférica, etc. Presenta buenos resultados en gripe y resfriados (disminución del dolor de garganta, la cefalea y la fiebre). Actúa como protector y modulador del sistema inmune. También está indicado en enfermedades autoinmunes, en procesos inflamatorios crónicos y se ha propuesto su uso también en enfermedades neurológicas degenerativas como el Alzheimer o el Parkinson.
Explicación:
El PEA o palmitoetanolamida es la unión del ácido palmítico y la etanolamida. Se trata de un proceso de síntesis que ocurre en nuestro organismo de forma natural para formar este compuesto lipídico, que actúa rebajando la inflamación y el dolor.
Las investigaciones sobre este compuesto fueron iniciadas con la neuróloga italiana, a la que concedieron el premio Nobel, Rita Levis-Montalcini. Después han continuado muchas investigaciones y ensayos a doble ciego que han demostrado su eficacia en las inflamaciones y en los dolores de tipo neurálgico. Este compuesto lo podemos encontrar en los huevos, la leche y, especialmente, en el alga AFA o Klamath.
Esta sustancia actúa sobre un receptor llamado PPAR-α, que activa los peroxisomas celulares, que son orgánulos que intervienen en la regulación de los genes del dolor y la inflamación. Su acción consiste en modular las células proinflamatorias, como los mastocitos o las células tipo glía, y los mediadores del sistema inmunológico como las interleucinas o los TNF-α, disminuyendo su síntesis. En otras palabras, desactivan la cascada metabólica inflamatoria intracelular.
No crean resistencia en los virus.
Se une la PEA a todo el grupo B que puede ser de utilidad en los procesos relacionados con el sistema nervioso.