Acción:
Sin duda se trata de un potente antioxidante, en este caso presentado en forma orgánica, altamente biodisponible, usado como antirradical libre de primera fila, en el envejecimiento precoz o enfermedades degenerativas, arrugas, inflamaciones, alergias y estrés.
Explicación:
Siguiendo el principio de que los productos orgánicos tienen mejor disponibilidad y son más eficaces que las sustancias puras, recurrimos a una fuente especialmente rica en SOD, un gran antioxidante. Se obtiene de una variedad de melón muy rica en esta enzima. A partir de su jugo concentrado se obtiene un extracto seco, que aparte de contener una alta dosis de SOD, muy efectiva, contiene también otros antioxidantes.
El SOD está presente en este producto en tres formas, unida al hierro, al manganeso y también al zinc-cobre. Cada uno juega un papel diferente en mantener las células sanas, así como el zinc-cobre protege el citoplasma celular, el manganeso protege la mitocondria del daño de los radicales libres.
Acciones:
- Su acción antioxidante es indiscutible y ha sido demostrada científicamente.
- Produce una reducción de sustancias pro-inflamatorias y de citoquinas, siendo útil en casos como la artritis reumatoidea y otras inflamaciones.
- Se ha visto que no permite la actuación de células dañadas o apoptóticas. Protege frente al daño producido por las radiaciones ultravioletas.
- Protección frente al estrés. Protección frente a alérgenos. Protege el metabolismo celular.
La superóxido dismutasa o SOD, es un metaloenzima cuyo principio activo está ocupado por el cobre y el zinc, a veces, manganeso o hierro. SOD tiene un papel muy importante en la protección de todos los sistemas aeróbicos de vida, incluido el ser humano, contra la toxicidad del oxígeno (y los radicales libres derivados del oxígeno). Procesos de inflamación causada por lesiones, infecciones o enfermedades, así como la exposición a la radiación, producen una profusión de aniones superóxido, muy perjudiciales.
La superóxido dismutasa o SOD, es un antioxidante muy potente que protege las células contra el daño de los radicales libres. Es uno de las tres principales enzimas antioxidantes que se encuentran en nuestras células, especialmente en las membranas celulares.
Hay evidencias de que es un buen aliado contra el envejecimiento, el hígado, la función inmunológica y neurológica. Mantiene saludables la visión y los ojos, especialmente para la retina. Beneficia al sistema cardiovascular y a las articulaciones. Alivia el dolor muscular después del ejercicio. Un apoyo importante para el aparato respiratorio.
Se investiga si es útil en el tratamiento del Alzheimer. En enfermedades graves de la piel y daño producido por la radiación o la exposición prolongada al sol o por la radioterapia. Un investigador, Michelson, ha encontrado que es de utilidad en el tratamiento de diversos trastornos de la piel, incluyendo un caso muy grave de esclerodermia, una enfermedad autoinmune. Aunque la investigación es limitada, una aplicación prometedora de SOD es para las artritis (hay un estudio que dio resultados positivos en osteoartritis de rodilla). Se investiga si puede ser útil en los daños cerebrales producidos por la isquemia o traumas. En pacientes con lesiones múltiples, SOD ayudó a mitigar el fracaso cardiovascular y pulmonar así como la inflamación (Marzi, 1993). Efecto antienvejecimiento: en animales, cuando ambos, SOD y la catalasa, se incrementan, la longevidad máxima es significativamente mayor de acuerdo con una revisión de la literatura de 1994 por Warner.
Reduce el estrés oxidativo implicado en la arteriosclerosis y otros problemas derivados de la edad, donde esta enzima antioxidante, está claramente disminuida. Tiene una importante acción antiinflamatoria y disminuye el dolor en las artritis. Reduce la formación de ácido láctico en deportistas. Buen antioxidante que neutraliza las reacciones de los radicales libres que afectan a la piel, dando lugar a arrugas.
Se utiliza para tratar la artritis, los problemas prostáticos, las úlceras de la cornea, quemaduras, problemas inflamatorios, problemas vesiculares y a largo plazo los daños debidos al tabaco, a la radiación y prevenir los daños colaterales de los medicamentos antitumorales.