Se encuentra fundamentalmente en el tomate y los productos derivados (salsas de tomate, ketchup, etc.) y en pequeñas cantidades en otras frutas y vegetales. Por lo tanto, su consumo se ve limitado muchas veces dependiendo de los hábitos alimenticios de cada uno. Además, un aumento de la edad está asociado con una disminución de la concentración de licopeno.
Varios estudios han demostrado que con un consumo restringido de licopeno las concentraciones en plasma disminuyen rápidamente. Los estudios científicos actuales indican que el licopeno puede ser una parte esencial del mecanismo de defensa natural del organismo frente a los nocivos agentes oxidantes, mutagénicos y carcinogénicos, por lo que sería bueno asegurar una adecuada ingesta en la dieta para el mantenimiento de una salud óptima.