La coenzima:
- CoQ10 apoya cada contracción muscular en el cuerpo y, por lo tanto, es fundamental para un corazón sano.
- También alimenta todas las células del cuerpo y desempeña un papel vital en la producción de energía, la salud del cerebro y un sistema inmunológico fuerte.
- Las funciones de la CoQ10 en membranas celulares, especialmente donde predominan los roles de señalización y antioxidación, han sido de creciente interés en la última década.
- Existe una creciente evidencia de que el estrés oxidativo es un componente importante de la senescencia celular. Este proceso multifactorial implica lesión en el ADN, daño a proteínas y lípidos, y activación de vías de señalización asociadas con el envejecimiento.
- Recientemente, se ha demostrado que el efecto antioxidante de la CoQ10 reduce los marcadores de la enfermedad cardiovascular (ECV) y la inflamación, siendo estos los componentes principales de la enfermedad vascular aterosclerótica.
- La suplementación con CoQ10 puede mejorar los síntomas de las enfermedades mitocondriales del envejecimiento debido a una mejora en la bioenergética.
La coenzima Q10 es una molécula con una potente acción antioxidante que se encuentra de forma natural en nuestro organismo. Actúa a diferentes niveles: previene el envejecimiento celular, reduce el riesgo de morbimortalidad por diabetes tipo II, las enfermedades crónicas renales, la cirrosis, y la insuficiencia cardiovascular.
También actúa a nivel de las mitocondrias, estimulando la respiración celular y aumentando la utilización de O2. Esto conlleva un aumento de la energía en forma de ATP, el cual puede ser utilizado en cualquiera de los procesos metabólicos que se realizan en nuestro organismo.
Además, ayuda a mitigar los efectos del síndrome de fatiga crónica, mejorando el rendimiento físico y disminuyendo la sensación de fatiga; también ejerce una acción protectora sobre el músculo esquelético en situaciones de isquemia y degeneración del músculo.
También actúa como estabilizador de membrana y cofactor en la producción de trifosfato de adenosina (ATP) en el proceso conocido como fosforilación oxidativa. Con un papel tan esencial, dirige la maquinaria celular y la síntesis.
CoQ10 se produce endógenamente y principalmente se produce intracelularmente. La biosíntesis de CoQ10 es más alta en los tejidos metabólicamente activos, como el corazón y el sistema inmunológico.
La enzima hidroximetilglutaril-CoA (HMG-CoA) reductasa desempeña un papel crítico en la regulación de la biosíntesis de CoQ10. Los fármacos reductores del colesterol (estatinas) que inhiben esta enzima podrían inducir una caída en los niveles de CoQ10 CoQ10. Según varios estudios, a los pacientes que toman estatinas se les recomienda recibir suplementos de CoQ10.
La CoQ10 exógena se puede producir mediante extracción de tejidos animales, síntesis química o fermentación de microorganismos. Los niveles humanos de CoQ10 se modifican con la edad y la enfermedad; la CoQ10 reducida (CoQ10H2; ubiquinol) o la proporción de CoQ10 reducida es más relevante que la CoQ10 total para medir la reducción del estrés oxidativo.
La tecnología de liposomación aumenta sustancialmente la absorción de la CoQ10 para que llegue directamente a la célula, potenciando todos sus efectos beneficiosos al evitar pérdidas del producto en el tracto gastrointestinal.