Acción:
Liposomal Glutatión combina lo mejor de uno de los antioxidantes más importantes y con más funciones en el cuerpo humano, junto con la tecnología de liposomación de Lipolife®. El glutatión tiene una amplia gama de funciones, siendo un antioxidante endógeno que juega un papel clave en el mantenimiento del equilibrio redox intracelular y la desintoxicación de xenobióticos.
El glutatión muestra un bajo perfil de absorción a nivel intestinal, por lo que esta tecnología optimiza la biodisponibilidad de su ingesta oral, que de otra forma resulta ineficiente.
Explicación:
Antioxidante de alta biodisponibilidad que protege las células de los radicales libres y el envejecimiento.
El glutatión está considerado el antioxidante “maestro” del cuerpo humano:
- Regenera los antioxidantes vitamina C y E.
- Regulador de la actividad de la telomerasa.
- Transporta metales pesados, por ejemplo, Hg, fuera de las células y el cerebro.
- Vital para desarrollar la correcta función mitocondrial y para la protección y mantenimiento del ADN mitocondrial.
- Esencial para la detoxificación y excreción de contaminantes orgánicos persistentes.
Existe un creciente reconocimiento de la importancia de la fisiología del glutatión (GSH) y del número de funciones fisiológicas que involucran este pequeño pero importante tripéptido. Debido a sus propiedades como antioxidante, y a su alta concentración intracelular y su amplia distribución, está bien establecida su función como un potente mecanismo de defensa contra el estrés oxidativo y electrofílico.
Sin embargo, a medida que nuestra comprensión de la señalización celular y las vías reguladoras se ha desarrollado, también lo ha hecho la participación de la homeostasis del GSH en muchos otros procesos clave, incluida la regulación de la proliferación celular y la apoptosis y la modificación postranscripcional de proteínas a través de la S-glutationilación.
La GSH es de importancia vital en la desintoxicación de hidroperóxidos y diversos compuestos xenobióticos. Además, se ha demostrado que el GSH es vital para la función mitocondrial y el mantenimiento del ADNmt, y puede ser relevante para la metilación del ADN.
Dados los diversos roles del GSH en la fisiología celular, la importancia clínica de la homeostasis alterada del glutatión está incrementando su potencialidad como agente terapéutico. Las alteraciones en la homeostasis de GSH se han relacionado con trastornos neurodegenerativos, enfermedad hepática, fibrosis quística, enfermedades pulmonares y cardiovasculares, así como enfermedades crónicas relacionadas con la edad y el propio proceso de envejecimiento.
Datos recientes también sugieren que desempeña una función metabólica e inflamatoria en enfermedades como la esclerosis múltiple, el síndrome metabólico y la diabetes, al menos en parte al influir en el efecto de múltiples toxinas ambientales, una asociación poco apreciada pero sorprendentemente significativa.
GSH y estrés oxidativo
La mayor parte del GSH es utilizada en la defensa antioxidante en las células por tres miembros de la familia de la enzima glutatión peroxidasa (GPx) y por una de las peroxiredoxinas (Prdx 6). Estas enzimas catalizan la reducción de H2O2 por GSH en H2O y GSSG. El glutatión peroxidasa de hidroperóxidos de fosfolípidos (PHGPx o GPx IV) puede reducir los peróxidos lipídicos a alcoholes lipídicos. La GSSG es potencialmente tóxica para las células, pero la alta actividad de glutatión reductasa permite mantener la mayor parte de la GSH en forma reducida. Durante el estrés oxidativo la GSSG podría reaccionar mediante el intercambio de disulfuro con una proteína tiol para producir un disulfuro mixto de proteína (PSSG). En el citosol, la formación de PSSG es transitoria, excepto durante el estrés oxidativo, pudiendo estar implicada en un mecanismo de transducción de señal en respuesta a estrés que permita su adaptación o determine su apoptosis.
GSH y neurodegeneración
El cerebro es especialmente vulnerable al estrés oxidativo debido a las actividades enzimáticas antioxidantes relativamente más bajas (SOD, GPx, GR y catalasa) comparadas con otros tejidos. El cerebro requiere una gran cantidad de O2, lo que conlleva una alta producción de radicales de oxígeno (ROS) y la consiguiente peroxidación lipídica.
Además de disminuir el estrés oxidativo en el cerebro el glutatión mejora la claridad mental y la memoria, así como ayuda a prevenir la formación de placas amiloides.Los niveles intracelulares de GSH están inversamente relacionados con la viabilidad celular en situación de estrés oxidativo en neuronas cultivadas.
GSH y detoxificación
El glutatión es la principal defensa para eliminar químicos y toxinas de nuestros cuerpos.
La eliminación de muchos compuestos xenobióticos se puede lograr mediante la conjugación con GSH seguido de su secreción de la célula. Esta reacción se produce en su mayoría mediante una adición catalizada enzimáticamente por una glutatión-S transferasa (GST). El aducto de glutatión se puede secretar de las células a través de un transportador de membrana.
GSH y salud ocular
El contenido de GSH en el ojo es alto debido a su acción protectora frente a los dañinos rayos UV. Otros beneficios de su presencia en el ojo incluyen la posible prevención en el desarrollo de cataratas.
GSH y fertilidad
En la concepción el esperma y el óvulo se fusionan en un proceso dependiente de la presencia de glutatión. Las investigaciones han indicado que aumentar los niveles de glutatión podría mejorar la fertilidad, especialmente en los hombres.
GSH y sistema inmunológico
Además de su función como buffer redox intracelular, la GSH desempeña un papel clave en el sistema inmunitario y en la respuesta antiviral e inflamatoria. En cuanto a la respuesta inflamatoria se ha demostrado que el agotamiento intracelular de GSH representa el primer evento del proceso de señalización. Esta alteración se acompaña de un aumento de la producción de citoquinas, como el factor de necrosis tumoral (TNF-α), y las interleuquinas IL-1β, IL-6 e IL-8. Los cambios en los niveles intracelulares de GSH también caracterizan la polarización de los macrófagos M1 y M2.
Se ha demostrado que una baja relación GSH / GSSG determina una disminución en la producción de IL-12 y finalmente un cambio de respuesta Th1 a Th2. Por el contrario, la alta relación GSH/GSSG en los macrófagos restaura la alta producción de IL-12 favoreciendo los patrones de respuesta Th1.
El agotamiento de GSH también representa un factor clave en la activación de la inflamación autónoma celular, como en los tejidos musculares adiposos y esqueléticos envejecidos. Por lo tanto, la alteración de la relación GSH/GSSG parece ser un factor común en la regulación de los macrófagos y la inflamación celular autónoma.
Glutatión y parkinson
Varios estudios han demostrado una deficiencia en glutatión reducido (GSH) en la sustancia nigra de pacientes con enfermedad de Parkinson (EP). En particular, la magnitud de la reducción de GSH parece ser paralela a la gravedad de la enfermedad. Este hallazgo puede indicar un medio por el cual las células de la sustancia nigra podrían ser apoyadas terapéuticamente. Los autores de un estudio investigaron los efectos de GSH en nueve pacientes con EP temprana no tratada. Se administró GSH por vía intravenosa, 600 mg dos veces al día, durante 30 días, de forma abierta. Luego se suspendió GSH y se realizó un examen de seguimiento a intervalos de 1 mes durante 2 a 4 meses. Posteriormente los pacientes fueron tratados con carbidopa-levodopa. La discapacidad clínica se evaluó al inicio y al intervalo de 1 mes durante 4 a 6 meses mediante el uso de dos escalas de calificación diferentes y la prueba Webster Step-Second Test. Todos los pacientes mejoraron significativamente después de la terapia con GSH, con una disminución del 42% en la discapacidad. Una vez que se detuvo el GSH, el efecto terapéutico duró de 2 a 4 meses. Los autores concluyeron: “los datos indican que, en pacientes con EP no tratados, GSH tiene eficacia sintomática y posiblemente retrasa la progresión de la enfermedad”.