Onagra común
Oenothera biennis
La onagra común o oenothera biennis, es una planta herbácea de la familia de las onagraceae. Es bienal y originaria de América del Norte, aunque se ha naturalizado en muchas partes del mundo. Sus flores amarillas, que se abren por la noche, son un signo distintivo de esta planta y el motivo principal por el que se la conoce como “prímula nocturna”.
Más reconocido que sus flores es el aceite de onagra, que se considera un remedio natural para el dolor de mamas, así como para otras dolencias asociadas a la menopausia.
El aceite de onagra se extrae principalmente de las semillas de la planta y es muy reconocido por su alto contenido en ácidos grasos esenciales.


Descripción
Esta planta, perteneciente a la familia de las , es reconocida como una planta bienal, lo que significa que completa su ciclo vital en dos años. Durante el primer año, la planta germina de la semilla y desarrolla su sistema de raíces, tallo y hojas, se centra en su crecimiento vegetativo y almacena nutrientes. De hecho, en el primer año, la onagra forma una roseta de hojas. Durante el segundo año la planta utiliza las reservas almacenadas para producir flores, frutos y semillas, tras lo que moriría.
La onagra es una planta herbácea que forma una roseta de hojas el primer año y un tallo erecto con flores el segundo. Puede alcanzar hasta un metro y medio de altura. Sus flores amarillas, que se abren al atardecer, tienen cuatro pétalos y liberan una fragancia dulce. En cuanto a las semillas de onagra son pequeñas, oscuras y se encuentran en cápsulas alargadas. Además, son el tesoro de esta planta ya que de ellas se extrae el apreciado aceite de onagra.
Origen y etimología
La onagra es originaria de América del Norte y fue introducida en Europa en el siglo XVII. Su nombre genérico, oenothera, proviene del griego “oinos” (vino) y “ther” (bestia), posiblemente en referencia a sus raíces, que se consumían remojadas en vino. El epíteto específico, biennis, se refiere a su ciclo de vida de dos años.
Propiedades
La onagra, una planta con una rica historia de uso tradicional, ofrece una variedad de propiedades beneficiosas. Las hojas jóvenes, por ejemplo, han sido empleadas en infusiones por sus propiedades astringentes y antinflamatorias, siendo útiles para tratar afecciones leves de la piel y problemas digestivos. Asimismo, las raíces, aunque menos comunes en la actualidad, fueron consumidas en el pasado tanto como alimento como por sus propiedades diuréticas. No obstante, es innegable que el aceite de onagra, extraído de sus semillas, concentra la mayor parte de la atención científica y popular. Su riqueza en GLA le confiere la capacidad de influir positivamente en la producción de prostaglandinas, regulando funciones hormonales clave y aliviando síntomas relacionados con desequilibrios, como los del síndrome premenstrual y la menopausia. Además, sus propiedades antiinflamatorias y beneficios para la salud de la piel lo convierten en un complemento natural valioso. En resumen, la onagra, en su conjunto, despliega un abanico de propiedades que han sido aprovechadas a lo largo de la historia, con el aceite de sus semillas como su principal estandarte.
Aceite de semillas de onagra
El aceite de onagra se obtiene de las semillas por prensado en frío o extracción con disolventes.
Es rico en ácidos grasos esenciales, especialmente ácido gamma-linolénico (GLA) y ácido linoleico. Del primero contiene al menos un 10 % y podemos decir que se trata de un ácido esencial poliinsaturado. Además, este aceite contiene otros ácidos grasos esenciales como el ácido oleico, alfa-linoleico, beta-linoleico, esteárico, aspártico, glutamínico, palmítico, cafeico, elágico y p-cumárico. También contiene aminoácidos como la arginina, cistina, fenilalanina, glicina, histidina, isoleucina, leucina, lisina, prolina, treonina, tirosina o valina. Finalmente no podemos dejar de lado que aporta vitamina C o ácido ascórbico, fibra y minerales como el potasio, magnesio, manganeso, amoniaco, cobre, boro, hierro, zinc, calcio, fósforo.
Propiedades del aceite
Las propiedades de este aceite provienen, principalmente, de los ácidos grasos esenciales. Estos compuestos tienen muchos efectos beneficiosos en el organismo, pero al no poder ser sintetizados por este, deben incorporarse con la dieta. Estos ácidos grasos esenciales influyen en la producción hormonal, en la salud inmunitaria, así como en la cardiovascular. De hecho, las deficiencias en varios de estos ácidos grasos se asocian con desequilibrios hormonales y enfermedades degenerativas. Además, mantienen la estructura y la función de la membrana celular y controlan la degradación y eliminación del colesterol del organismo. El omega-3 y el omega-6, también influyen sobre las prostaglandinas, sustancias parecidas a las hormonas del organismo, mediante una serie de reacciones dependientes de enzimas. Este aceite es rico en ácido linoleico (70%) y ácido gamma-linolénico (10%), ambos de la serie de ácidos omega-6.
Particularmente, el ácido gamma-linolénico (GLA) es el precursor de las prostaglandinas de tipo 1 (PGE1), que están implicadas en la regulación del sistema nervioso, cardiovascular, reproductor y en el estado de la piel. El GLA ha demostrado su eficacia sobre el buen estado de la piel y como regulador hormonal femenino, contribuyendo a la regulación del ciclo menstrual y a reducir los síntomas de la menopausia y síndrome premenstrual. También contribuye a la fabricación de prostaglandina E1, una especie de hormona que reduce los procesos inflamatorios. Esta propiedad resulta muy útil en el tratamiento de los síntomas negativos del síndrome premenstrual. La tensión mamaria, hinchazón, irritabilidad o retención de líquidos son algunos de sus síntomas.
El aceite de onagra, como fuente del ácido gamma-linolénico, es interesante tanto a nivel preventivo como en caso de apoyo en los diversos tratamientos para los síntomas premenstruales. Entre estos síntomas debemos atender a irritabilidad, depresión, sensación de hinchazón, acné, senos dolorosos, o jaquecas. Su uso puede resultar interesante como apoyo en los tratamientos de reducción de los quistes de ovario o en la inflamación del tejido del útero. Esta inflamación es la responsable de la endometriosis que produce, entre otros síntomas, el sangrado excesivo durante la menstruación.
El aceite de semillas de onagra se ha usado, de forma tradicional para reducir las inflamaciones mamarias, ayudando a reducir la formación de bultos benignos en las mamas o mastopatía fibroquística y ayudando a suavizar los dolores o mastalgias. Puede ser útil para solucionar ciertos problemas de infertilidad relacionados con problemas hormonales de la mujer, así como para aliviar los síntomas de la menopausia.
También es un apoyo para casos de prurito en afecciones agudas o crónicas de la piel que cursen con sequedad o en casos de dermatitis de origen alérgico como el eczema atópico, la psoriasis o el acné.
Contribuye a reducir los niveles de colesterol, impide la formación de coágulos y reduce la hipertensión por su acción vasodilatadora. Asimismo, previene la formación de trombos, y por tanto contribuye a un menor riesgo de trombosis. Como apoyo en el tratamiento de la diabetes. Por una parte, este aceite ayuda a mantener estables los niveles de insulina. Y por otra, previene los efectos secundarios que esta enfermedad proporciona en el sistema nervioso de algunos pacientes, entre los que se encuentran una sensación general de hormigueo o el entumecimiento de los miembros. Su uso en laboratorio con ratones ha demostrado cómo era capaz de evitar problemas de visión por retinopatías o aterosclerosis producidas por el exceso de azúcar en la sangre.
La onagra protege las mucosas digestivas por lo que resulta un buen aliado para proteger el estómago. También parece ser que ejerce una función positiva al aliviar los efectos negativos del síndrome de abstinencia del alcoholismo. Por otra parte, se ha comprobado que su uso protege al hígado contra los efectos negativos del alcohol. Igualmente se ha visto como el aceite de onagra puede ser útil en el tratamiento de enfermedades inflamatorias digestivas como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa por su capacidad para inhibir las prostaglandinas responsables de los procesos inflamatorias. Su uso previene la aparición de las alergias respiratorias y reduce sus síntomas como los estornudos y el lagrimeo. Se ha comprobado que su uso resulta adecuado para controlar el exceso de producción de saliva o de lágrimas.