Morfología
Es un arbusto caducifolio de entre cuatro y seis metros de altura, en algunas ocasiones llega a medir cerca de los 10 metros, pero no es lo habitual. Su tronco posee una corteza suberosa y ramas con médula blanquecina muy desarrollada. En cuanto a sus hojas son pecioladas, dispuestas en pares opuestos de entre 10 y 30 centímetros de largo, pinnadas y con entre cinco y siete folíolos, en extrañas ocasiones pueden llegar a tener nueve. Estos folíolos miden entre 5 y 12 centímetros de de largo y entre tres y cinco de ancho, tiene margen serrado y nervadura central por debajo. Es una planta hermafrodita. Sus flores crecen en grandes corimbos en terminales notablemente aplanados de entre 10 y 25 centímetros de diámetro. Son flores blancas con cinco pétalos dentados. Florece a mediados de verano y su fruto es una drupa de color púrpura negruzco. El saúco resiste bien las heladas fuertes de entre -15 y -20 °C y es poco exigente con los suelos, sirviéndole tanto húmedos y frescos, como terrenos áridos y húmedos.
Existen otras especies estrechamente vinculadas al sauco negro, nativas de Asia y de Norteamérica, muy similares y tratadas como subespecies de este por algunos botánicos.
Propiedades del saúco
Las flores deben a sus mucílagos, las propiedades emolientes y ligeramente laxantes. La presencia de materias minerales, sobre todo, nitrato potásico, flavonoides (rutósido, isoquercitrósido), aceite esencial (ácido cafeico y clorogénico) y ácido ursólico y oleanólico, le confieren propiedades diuréticas, sudoríficas y estimulante de las defensas del organismo. Los frutos contienen pectina, ácido orgánicos (cítrico, málico, tártrico), antocianósidos (heterósidos de la cianidina: crisantemina, sambucianina) y hemoaglutininas.
El saúco, comparte ciertas propiedades con el pino, actuando como expectorante y en casos de tos improductiva, bronquitis, fiebre y resfriado común. Además, actúa directamente sobre el epitelio bronquial, ejerciendo un efecto irritante y aumentando la producción de secreciones bronquioalveolares.
La ESCOP y la Agencia Europea del Madicamento (EMA) aprueban el uso tradicional de la flor de saúco para el tratamiento de los síntomas del resfriado común.