Acción:
Protector cardiovascular. Detoxificante. Anticonvulsivante y relajante. Reduce el colesterol.
Explicación:
No es exactamente un aminoácido, ya que no se incorpora a las proteínas y tiene estructura química diferente. No obstante, se le considera un aminoácido neutro. No es esencial y contiene azufre en su composición. El organismo lo sintetiza a partir de la metionina y la cisteína.
Es un antihipertensivo ya que baja el nivel de angiotensina, proteína que eleva la tensión arterial. Es también antiarrítmico, está implicado en el transporte de minerales entre el medio intra y extracelular.
Reduce el colesterol porque provoca su eliminación e inhibe la absorción del mismo a nivel intestinal.
Es un protector cardiovascular, muy abundante en el músculo cardiaco, normaliza tanto la frecuencia cardiaca como su fuerza de contracción.
La taurina es necesaria para formar la bilis y ayuda a su excreción biliar. Puede inhibir la formación de cálculos biliares. Mejora a su vez la absorción de grasas en el síndrome de fibrosis quística. Es un detoxificador frente a metales pesados, alcohol y otros tóxicos.
Anticonvulsivante y tranquilizante, junto al GABA y L-glicina, que son neurotransmisores cerebrales. Ayuda en la abstinencia alcohólica y morfínica, reduciendo los delirios y alucinaciones.
En la diabetes, es un excelente coadyuvante, ya que previene las consecuencias de esta enfermedad, como es la aterosclerosis y el daño renal, debido a la excesiva actividad de las plaquetas (frenada por la taurina). Previene la cardiomiopatía y la enfermedad retiniana, propias de esta afección.