Es una buena fuente de fibra, minerales como el fósforo y el potasio y de vitaminas entre las que destacan la C, E, provitamina A y vitaminas del grupo B, en especial B1 y niacina o B3. Tiene un alto contenido de carotenos como el licopeno, que es el pigmento natural responsable de dar al tomate su característico color rojo, y que tiene poder antioxidante.