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Vitamina A

La vitamina A, también conocida como retinol, tiene múltiples funciones. Entre estas funciones cabe destacar el mantenimiento del sistema inmunitario, así como la visión y el sistema ocular. Además, esta vitamina es esencial para el crecimiento y desarrollo, ayuda a la formación y mantenimiento de los dientes, tejidos blandos y óseos.

Esta vitamina es, en realidad, un grupo de compuestos orgánicos nutricionales insaturados que incluyen a retinoides preformados como el retinol y sus derivados. Entre estos derivados se encuentra el retinal, el ácido retinoico, así como varios carotenoides provitamina A, especialmente, el beta-caroteno.

Vitamina A, retinol

Propiedades

Las diferentes funciones asociadas a esta vitamina están relacionadas con la función de cada uno de los retinoides. Además, desempeña un papel en una variedad de funciones en todo el cuerpo, como la visión, la transcripción génica, la función inmune, el desarrollo embrionario y la reproducción, el metabolismo óseo, la piel y la salud celular, los dientes o la membrana mucosa.

Déficit

La deficiencia de vitamina A puede ser primaria o secundaria. La primaria sucede entre niños y adultos que no tienen una ingesta adecuada de carotenoides provitamina A, procedentes de frutas y verduras, o vitamina A preformada de productos animales y lácteos. La deficiencia secundaria se asocia con una malabsorción crónica de lípidos, un deterioro en la producción y liberación de bilis o una exposición crónica a oxidantes. La vitamina A es una vitamina soluble en grasa y depende de la solubilización micelar para la dispersión en el intestino delgado, lo que resulta en un mal uso de la vitamina A en las dietas bajas en grasa.

Fuentes

Se puede encontrar en productos de origen animal como la carne de res, el pescado, las aves de corral o los productos lácteos, aunque el tipo de vitamina que encontramos en estas fuentes es la vitamina A preformada. Mientras que la provitamina A se encuentra en alimentos de origen vegetal como frutas y verduras.

FuentePorcentaje
Aceite de hígado de bacalao3333 %
Hígado de pavo895 %
Hígado de res, cerdo, pescado722 %
Hígado de pollo366 %
Batata107 %
Zanahoria93 %
Hoja de brócoli89 %
Mantequilla76 %
Col rizada76 %
Berza verde, congelada y luego hervida64 %
Calabaza67 %
Dientes de león56 %
Espinaca52 %
Calabaza43 %
Berza verde37 %
Melón19 %
Pimiento rojo17 %
Huevo16 %
Albaricoque11 %
Papaya6 %
Tomate5 %
Mango4 %
Guisante4 %
Brócoli3 %
Leche3 %
Pimiento verde2 %

Historia

Aunque el descubrimiento de la vitamina A parece estar situado en 1816, a lo largo de la historia se encuentran menciones a remedios que aportaban a la dieta grandes cantidades de esta vitamina para ayudar en determinadas patologías como la ceguera nocturna o por desnutrición. Estas patologías se deben a un déficit en esta vitamina. De hecho, en Egipto hacia el 1500 a. C., se describió la recomendación de consumir hígado, alimento rico en vitamina A, como remedio a la ceguera nocturna, aunque en ningún momento se relacionó el déficit de esta vitamina como causante de este trastorno. Hipócrates también prescribía hígado untado en miel a los niños con desnutrición que padeciesen ceguera y existen otras prácticas similares a lo largo de la historia en distintas culturas.

Las primeras investigaciones se atribuyen a François Magendie, en 1816, quién observó que los perros a los que se privaba de una buena nutrición desarrollaban úlceras corneales. En 1912, Frederick Gowland Hopkins demostró que los factores accesorios desconocidos que se encuentran en la leche, además de los carbohidratos, las proteínas y las grasas, eran necesarios para el crecimiento en las ratas. Hopkins recibió un Premio Nobel por este descubrimiento, en 1929.

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